Diez años son solo el principio de CutOut Fest
A principios de noviembre, el Centro Histórico de la ciudad fue sede de la novena edición del Festival Internacional de Animación y Arte Digital CutOut […]
A principios de noviembre, el Centro Histórico de la ciudad fue sede de la novena edición del Festival Internacional de Animación y Arte Digital CutOut Fest; las propuestas de animación más novedosas a nivel mundial, presencia de profesionales internacionales de la escena del arte digital, happenings artísticos, charlas, espectáculos audiovisuales, realidad virtual, proyecciones, fiestas. Todo esto sumergido en un ambiente y con una producción equiparables a los de cualquier festival cultural urbano del llamado ‘primer mundo’. CutOut Fest es una cita obligada a nivel nacional para los fanáticos de estas formas de expresión, y este año, la programación que pudieron disfrutar estuvo marcada por la presencia, precisamente, de creadores mexicanos.
Miguel del Moral, fundador y director del festival, cuenta con satisfacción cómo el evento ha sido testigo de la evolución de artistas como Salvador Herrera, quien colaboró en la parte audiovisual durante las ediciones segunda y tercera del festival, cuando apenas iniciaba con su colectivo, y que en esta ocasión, con una propuesta artística que describe como ‘impresionante’, fue el creador de toda la campaña visual de CutOut Fest junto con Alan Rodríguez, artista visual que hizo la identidad gráfica. Aarón Martínez, David Rocha, León Fernández y los integrantes de Lepapel fueron otros de los artistas, animadores e ilustradores connacionales destacados que estuvieron en el line-up de 2017, y que compartieron programa con referentes internacionales de 11 países, entre estos el multipremiado Baobab Studios, especialista en proyecciones de realidad virtual y cinema 360º, y Graham Finley, animador de Pixar.
Con cada edición, la organización de CutOut Fest se enfrenta al reto de hacer un programa que abarque todos los intereses que circundan su universo, y que además tenga un equilibrio entre propuestas comerciales e independientes; entre lo tradicional, que suele gustar a la mayoría, y lo experimental, que está destinado a una audiencia que, si bien es más selecta, es a sus intereses a los que responde el espíritu del festival. «Cada año hay demasiado de lo que queremos mostrar», dice Miguel del Moral, aunque asegura que siempre se ha tenido particular inclinación hacia «esa parte independiente, sobre todo, y de propuesta […] de artistas multidisciplina, emergentes o experimentales», comitiva que este año estuvo representada Faiyaz Jafri, Saiman Chow, Traum Inc y Esoc, entre otros.
«Nos vamos a estos criterios: piezas que nos sorprendan, piezas que tengan un lenguaje ya maduro, es parte de los objetivos del festival mostrar las cosas que normalmente no vas a ver en las salas comerciales, ese es uno de los puntos importantes, creo que de cualquier festival, para la generación de nuevos públicos y para exhibir el material que no vas a ver en ningún otro lugar. Eso es lo interesante del festival y también lo es para los artistas que convocamos […] nos gusta descubrir estos talentos y traerlos aquí para que dialoguen con los artistas mexicanos».
Entre las novedades que CutOut Fest presentó en su novena edición, estuvo la realización de sesiones de Random Memories, una actividad que consistió en juntar a dos artistas del line-up que no se conocían entre sí para que, a través de imágenes y preguntas seleccionadas, entablaran una conversación con el propósito, explica Miguel, de «sacarles información y conocer toda esa parte que normalmente no revelan en las conferencias, o no conocemos de ellos». Este formato de intercambio de conocimiento se distingue mucho de lo que se hace en otros festivales, «son las propuestas que nos gusta plantear para acercar más al público con los artistas, y son parte de los formatos que hemos ido implementando como la Batalla de GIFs (que tuvo su tercera edición este año)». Estas actividades forman parte de CutOut Interactive, una sección de la programación que se realiza en el Museo de la Ciudad y ha tomado mucha fuerza en las últimas ediciones, «creo que con estos formatos nuevos somos congruentes con el arte digital, de cómo encontrar estas nuevas salidas, nuevas formas de exhibir y de presentarle al público las propuestas de arte digital» asegura el director del festival.
La convivencia en una sociedad entre máquinas y humanos como iguales ha sido un escenario que se ha abordado con mucho entusiasmo desde la ciencia ficción, sin embargo este nunca estuvo tan cerca de ser una realidad como lo está ahora. Por eso, este año CutOut Fest hizo de la inteligencia artificial su concepto temático central. «Hay que tocar el tema de la inteligencia artificial, es una responsabilidad incluso. ¿A dónde va a llegar? ¿En dónde se desdibuja la línea de lo humano y lo que no es humano? Es muy interesante, un tema que da para el arte, para la cuestión ética, para la cuestión filosófica, de redefinir quiénes somos y qué hacemos en este planeta […] y todo el tiempo está planteando eso el arte digital», opina del Moral.
Diez años son solo el principio
El equipo de CutOut Fest también lo encabezan Daniela Gallegos, directora de contenidos, y Bianca Peregrina, productora. Cuando en 2009 iniciaron el viaje que sería CutOut Fest, Miguel, Daniela y Bianca no tenían idea de lo que implicaba la organización de un festival como el que aspiraban tener, sin embargo, en el año previo a la celebración de su décima edición, CutOut Fest se ha posicionado a nivel mundial. «Tiene un nombre importante dentro de los festivales de animación, es el más importante del país y uno de los más importantes de Latinoamérica, es algo que no esperas y creo que la décima edición llegará en muy buen momento» cuenta su director, orgulloso.
El buen lugar que ocupa CutOut Fest en la actualidad no ha sido fortuito y responde a los esfuerzos que el equipo que lo organiza ha hecho, desde la selección de contenidos hasta la conservación de la entrada gratuita a todas las actividades del festival, a lo largo de los últimos nueve años. Además, el paso de las ediciones les ha permitido mejorar en sus áreas de oportunidad, «es un gran aprendizaje cada año» afirma del Moral, y evolucionar con respecto a lo que el público quiere ver, pero también con lo que CutOut Fest quiere decir.
De acuerdo con su fundador «cada edición del festival trae cosas maravillosas para México, para los artistas, para la industria, para Querétaro» y, a pesar de su corta vida (aunque en el mundo de las iniciativas culturales diez años ya no son pocos), los conocedores ya saben que en noviembre tienen una cita en esta ciudad para disfrutar de las propuestas que CutOut Fest ha reunido.
Sobre los aportes que el festival hace a su contexto, Miguel del Moral asegura que este «cumple muchos objetivos; primero dialoga con otros países, el tener 82 países en competencia es un gran logro […] esa es una contribución riquísima de crecimiento y de intercambio para todos; a nivel regional, es el único festival internacional de cine en la región y en el estado; atrae una gran cantidad de turismo nacional e internacional; genera empleos y derrama económica; proyecta al estado y a la ciudad de manera importante; brinda profesionalización a animadores y artistas, a través de talleres y clases magistrales impartidas por personalidades importantes». Sin mencionar la aportación artística obvia y la diversificación de públicos, aspectos que deben ser una objetivo primordial de las instituciones de toda ciudad que aspire a ser un referente cultural.
«Toda la gestión del festival es compleja, ese es el principal reto al que nos enfrentamos porque en este país cada vez hay más esta sistematización por acabar con el presupuesto cultural […] es lamentable que se vea a la cultura como algo que no debería de existir» concluye del Moral, «el crecimiento por números es una falsa ilusión de crecimiento […] nosotros queremos seguir conservando el espíritu del festival, que es lo más importante, la calidad, y celebrar, como es celebración todos los años, una décima edición. Festejar, porque sí está padre cumplir diez años, pero al final es un año más».