Astillero. La suciedad, como política. Julio Hernández López
En el conjunto de prácticas irregulares y delictivas de los gobiernos mexicanos han tenido un lugar permanente, y destacado, el espionaje y la infiltración, conforme […]
En el conjunto de prácticas irregulares y delictivas de los gobiernos mexicanos han tenido un lugar permanente, y destacado, el espionaje y la infiltración, conforme a las circunstancias y modalidades técnicas de cada momento. Institucional, aunque nunca oficialmente aceptado, ha sido el espiar a los adversarios políticos y electorales y a una amplia cartera de opositores y críticos, que va desde líderes sociales, activistas destacados, intelectuales de izquierda, defensores de la legalidad y los derechos humanos y periodistas constante o circunstancialmente molestos.