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Familias homoparentales, una lucha por los derechos que no cesa

Por Karen Munguía - 16/01/2017

En Querétaro, como en el resto del mundo, viven muchos tipos de familias: nuclear, formada por los padres e hijos; extensa, donde además están los […]

 Familias homoparentales, una lucha por los derechos que no cesa

En Querétaro, como en el resto del mundo, viven muchos tipos de familias: nuclear, formada por los padres e hijos; extensa, donde además están los abuelos, tíos, primos y otros parientes; monoparental, en la que los hijos viven solo con la madre o el padre; mixta, donde se unen familias con hijos de uniones anteriores; y homoparental, formada por una pareja de hombres o de mujeres, e hijos.

Quienes pertenecen a esta última categoría han luchado, durante muchos años, por que se les reconozca como familia. Si bien ya han ganado visibilidad, pues en el mundo existen miles de familias homoparentales, sus derechos aún no son una garantía. La batalla por su reconocimiento legal continúa a nivel internacional, y en Querétaro no es la excepción.

Historias hay en cada rincón: una de ellas es la de Paulina y Claudia, cuyos nombres han sido cambiados ya que se encuentran en un proceso judicial por la custodia de las dos hijas de Paulina. Su historia comenzó hace 5 años, cuando luego de una serie de dificultades con su anterior pareja, el padre de sus hijas, Paulina tomó la decisión de irse a vivir con Claudia, su amiga, su mayor confidente y su gran apoyo en momentos de tensión. En ese tiempo, Claudia era jefa de Paulina, trabajaban en una oficina de ventas.

Cuando decidieron irse a vivir juntas, Paulina llevaba a sus hijas, entonces de siete meses y cuatro años; así comenzó la conformación de una gran familia, así surgieron el amor, el cariño y la admiración que existe entre ambas desde hace cinco años y que aún continúa. Sus miradas, sus palabras lo demuestran.

«La transición fue sencilla porque vieron a su mamá mejor, es parte de lo que nos han dicho desde que pueden hablar, la más grande dice ‘es que con mi papá siempre te veía peleando, llorando o te sentía mal, y cuando llegas con mamá Clau todo es diferente, te veo contenta, te veo bien’, se empezaron a dar cuenta, también nos hizo el comentario de ‘ustedes son novias ¿verdad? Se van a casar algún día’, y no tuvimos que decir nada más que ‘sí y sí, esperemos’. Se dio cuenta que hay cariño y amor, y todo fluyó», platicó Claudia. Para sus padres no fue difícil aceptar su relación: los papás de Claudia sólo le pidieron pensar en que se trataba de algo serio pues había niñas de por medio, los papás de Paulina no preguntaron, confiaron en ella y con el tiempo han aceptado su unión.

Y comenzaron los trámites legales. Paulina se divorció de su primera pareja, fue hasta entonces cuando la pareja comenzó a sentirse discriminada, no por los jueces, no por el abogado que las ha acompañado desde un inicio, sino por el padre de sus hijas, quien bajo argumentos endebles como ‘no son personas aptas para criar hijos’ o ‘que son un mal ejemplo’, trataba de quitarle a Paulina la custodia total de sus hijas.

Actualmente Paulina y Claudia pelean por la patria potestad de las menores, motivadas por el temor de que, en caso de faltar la madre biológica, las niñas regresen con su padre, y no con Claudia, con quien han convivido y a quien quieren de igual forma que a Paulina. Nunca, hasta la fecha, las menores han sido ofendidas por sus compañeros o maestros, nunca han sido atacadas por tener dos mamás, por el contrario, con argumentos sólidos ambas niñas han defendido a su familia.

«Concluimos que había que darles un ejemplo de tolerancia y amor, mucha seguridad en ellas mismas, para que no sientan que es un ataque personal por culpa de nosotras, o que también aprendan a defender lo que quieren, y si nos quieren van a aprender a defendernos como familia», destacó Claudia.

El proceso de la conformación de su familia fue fácil, sin embargo reconocen que hay casos de familias homoparentales que no han corrido con la misma suerte, donde incluso los jueces y las personas de las que se rodean han mostrado signos de discriminación, es entonces cuando dejas de ser, cuando el sentimiento hacia la persona que amas se esconde.

 

Las iniciativas

El pasado mes de septiembre se convocó, a nivel nacional, la denominada Marcha por la Familia. En Querétaro se realizó el 10 de septiembre, día en el que más de 30 mil personas se manifestaron, en supuesta defensa de los valores familiares, en contra de los matrimonios igualitarios.

Lo anterior, a raíz de que, el 17 de mayo de 2016, el presidente Enrique Peña Nieto firmara un paquete de iniciativas sobre diversos temas relacionados con las demandas de la población LGBT, entre ellos el matrimonio igualitario. Sin embargo la iniciativa que establecía, entre otras cosas, que el derecho a contraer matrimonio no podría ser sujeto a discriminación por origen étnico o nacional, género, discapacidades, condición social, religión o preferencias sexuales, fue desechada por los diputados federales, tras varios meses en el congelador, el 9 de noviembre.

Con 19 votos en contra, ocho a favor y una abstención, los integrantes de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados pusieron fin al proceso legislativo de la reforma presentada por el ejecutivo para consolidar el criterio emitido un año antes por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que declaró inconstitucionales las leyes estatales que prohíben la unión entre personas del mismo sexo.

Pero la negativa no ha sido solo a nivel federal; a pesar de que se implementaron dos reformas que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo y se comenzó la discusión sobre el término jurídico con el que se reconocería esta unión civil, en el Congreso de Querétaro no ha habido mesas de trabajo o verdadera discusión, sólo oposición.

En Alemania, Chile o Australia una unión entre personas del mismo sexo es reconocida como contrato civil, mientras que en España, Estados Unidos y Canadá los matrimonios igualitarios están reconocidos. México, a comparación de otros países, se encuentra rezagado en este tema.

FAMILIAS HOMOPARENTALES1

 

La lucha por los derechos y todo lo que implica

A pesar de las negativas, Claudia y Paulina son un ejemplo de lucha, ambas han recorrido un largo camino y son una de las decenas de parejas homosexuales en el municipio de Querétaro que, tras haberse amparado, se han casado. El gran día fue el 11 de noviembre de 2015 en la delegación Felipe Carrillo Puerto de la capital queretana.

Ya están afiliadas al seguro social, donde las solicitudes de registro ya son incluyentes, pues no se habla de hombre y mujer, sino de miembros, y no tuvieron contratiempos. Lo mismo ocurrió cuando se acercaron con una aseguradora privada, donde no tuvieron problemas por ser una familia homoparental.

«Más que la idea romántica, porque también la teníamos, fue la parte de la protección y seguridad de las niñas, de buscar proteger un poco más. Decidimos casarnos, sale el amparo […] y en el Registro Civil, aunque se sacaron de onda, nos pidieron los papeles y no dijeron nada», recordó Claudia.

 

Querétaro y el matrimonio igualitario

El 4 de octubre de 2014, María Fernanda López Gallegos y Mariana Guadalupe Vega Mendoza hicieron historia en Querétaro al convertirse en la primera pareja del mismo sexo en contraer matrimonio en la entidad. La ceremonia se llevó a cabo en el Registro Civil de la delegación Centro Histórico de la capital, en presencia de una de las asociaciones civiles que por muchos años ha luchado en contra de la discriminación, la Asociación Queretana para la Educación de las Sexualidades Humanas (Aquesex).

Fernanda y Mariana lograron unirse por la vía civil gracias a un amparo que solicitaron luego de que un juez del Registro Civil Municipal no accediera a unirlas en matrimonio, porque el artículo 137 del Código Civil estatal no lo permite. El amparo fue otorgado, toda vez que se violentaban las garantías fundamentales de la pareja, por lo que las autoridades estatales tuvieron 10 días para tramitar un recurso de revisión, el cual no se hizo y el juez del Registro Civil accedió a casar a la pareja.

Tras los primeros casos, la Red Nacional Matrimonio Igualitario México obtuvo una resolución a favor del amparo colectivo para el matrimonio igualitario y concubinato interpuesto por 55 personas, de las cuales algunas ya habían contraído matrimonio gracias a una resolución judicial; en la defensa se argumentó interés legítimo y defensa y garantía de los derechos humanos.

Saúl Hernández Martínez, abogado del despacho Porter Abogados y especialista en derechos humanos dijo, en entrevista telefónica para Codicegrafía, que desde el año 2014 se han ganado varios amparos tramitados ante instancias federales para poder concretar uniones civiles entre personas del mismo sexo; 15 fueron tramitados para parejas que desean casarse en Querétaro y todos fueron resueltos de forma positiva.

A estos quince se suman dos amparos colectivos, el primero de 55 personas, de las cuales cuatro han efectuado el acto, entre ellas están Claudia y Paulina, y un segundo, firmado por 75 personas aproximadamente, que aún no se resuelve, aunque se espera que la sentencia sea favorable. En ambos casos, los interesados podrán casarse en el municipio del estado que lo deseen.

Para Hernández Martínez la lucha no termina. La sorpresiva iniciativa del presidente Peña Nieto los mantuvo en incertidumbre y, tras la negativa de los diputados federales, lamentó que no avanzará el paquete de leyes enviado respecto al matrimonio igualitario y la adopción para parejas del mismo sexo.

En Querétaro, afirmó, no ha habido casos de parejas homosexuales que hayan adoptado, aunque sí existen varias familias interesadas en hacerlo, con todo y que el proceso implica varios años por el grado de complejidad que representa concretar una adopción. Además, su despacho está encargado de un caso en el que se busca que una menor tenga el apellido de la esposa de su madre, pues no fue reconocida por su padre biológico.

«Tengo documentos, represento a parejas que ya tienen hijos o hijas de una relación heterosexual, en este caso una pareja de chicas que está por registrar y reconocer como legítimo matrimonio a una hija de ellas, ellas son una de las parejas que se beneficiaron con el amparo colectivo, ya se casaron, la menor no tiene el apellido paterno y ahora habrá un reconocimiento y la autoridad no tiene por qué negarlo», comentó.

 

Para ser felices es importante ser honesto con uno mismo: Paulina

Aunque hay amparos y la lucha persiste, aún hay parejas que viven con temor a ser juzgados, con miedo a ser rechazados por las implicaciones de vivir en un estado con una sociedad muy conservadora. Para Claudia este problema se erradica cuando uno se acepta a sí mismo, asume su preferencia sexual y no se preocupa de ser aceptado por la sociedad.

«Lo que podría decirles es que cada uno somos seres únicos, seres diferentes, que esas diferencias nos enriquecen como sociedad, somos irrepetibles porque no va a haber, ni hubo, ni habrá alguien como yo […] que se atrevan a ser lo que son, a hacer lo que quieren, amen a quien quieran mientras no lastimen a alguien más o a ti mismo. Haz lo que tengas que hacer y sé lo que quieras ser, tienen que encontrar en su corazón esa libertad», dijo.

Para Paulina lo más importante es hacer lo que a uno le gusta, sin dejar espacio a opiniones de terceros, enfrentando la realidad y transmitir tu felicidad a los demás.

«Yo empezaría por ser honesta conmigo misma, aceptar lo que soy, lo que me gusta y no pasa nada, en el momento en que soy honesta conmigo misma y admito la situación la enfrento, con esa naturalidad no hay porque tener miedo, si la gente está de acuerdo o no es problema de cada quien, tú sólo debes dedicarte a ser feliz y ya. Yo no me imagino mi vida con tanta infelicidad por querer hacer otra cosa diferente a la que haces», destacó.

Aunque la sociedad está acostumbrada a reconocer solo la familia tradicional, aquella conformada por papá, mamá e hijos, en Querétaro, en México y en el mundo hay cientos de historias como la de Claudia y Paulina, o la de Fernanda y Mariana, que esperan a ser contadas.


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