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Queretanos recuerdan a sus difuntos en panteones municipales de la capital (Fotogalería)

Por Staff Códice Informativo - 02/11/2016

Para muchos es más una fiesta que un momento de tristeza, en uno de los pocos países que se ríen de la muerte

 Queretanos recuerdan a sus difuntos en panteones municipales de la capital (Fotogalería)

Con antojitos, nostalgia, música y hasta bebidas alcohólicas, los queretanos recordaron a quienes se adelantaron en el viaje a la otra vida.

Para llegar hay que esquivar a miles de personas que buscan el acceso principal, en el camino es común encontrarse con comerciantes que ofrecen flores, que es la principal ofrenda en estas fechas. Garra de León, cempasúchil y nube son las más tradicionales, aunque hay quienes llevan adornos con rosas, tulipanes y arreglos florales, que van desde los 20 a los 350 pesos, dependiendo del tamaño y variedad.

El olor a aceite quemado es la tónica al exterior, guajolotes, sopes y gorditas de carne, chicharrón o huevo están ahí para los asistentes, quienes en medio de los vendedores y la multitud llevan en la mente a quien conocieron en vida y hoy vuelven a visitar.

Ya adentro hay que encontrar la tumba del familiar.  Varias personas se acercan con enormes cubetas. A cambio de una propina voluntaria, ofrecen el agua a los deudos para que limpien las tumbas.

Algunos pintan de nuevo las tumbas, otros solo las limpian, casi todos llevan flores, pero hay quienes viven ese momento de manera particular, los que acompañan su visita con más personas para amenizar una comida, y llevar música a los difuntos.

Casi no tenemos tiempo de venir seguido porque ya no vivimos en Querétaro, pero aquí venimos cada año a visitar a mi mamá“, recordó entre nostalgia Daniel Flores, visitante en el panteón Cimatario.

En la entrada de los panteones es común encontrar desde mariachis y grupos norteños hasta bandas de viento, quienes por la módica cantidad de 50 pesos cantan una canción al difunto.

Un puño de tierra y Cruz de olvido son las más pedidas, la barca tampoco puede faltar, al son de cualquier conjunto rodean la timba y comienzan a cantar a quienes han fallecido.

Pues no es fácil porque aunque estemos trabajando también nos invade la nostalgia, pero hay que salir adelante, a veces uno también recuerda a sus muertos cuando está cantando“, explica Aureliano Guzmán, quien toca el acordeón en un grupo norteño.

Algunas familias llevan tostadas, otros algunas cervezas y hasta botellas de tequila, pues es un país que le gusta reírse de la muerte, y busca la alegría hasta en las peores tristezas.

Para nosotros es una fiesta, a mi papá le gustaba vernos contentos y reunidos, y así es como queremos recordarlo“, manifestó Diana N., visitante del Panteón Cimatario.

Alguna oración, algunas palabras, y se despiden para verlos al día siguiente, al mes siguiente o al año siguiente, lo cierto es que en medio de esta fiesta, también hay quienes no son recordados, tumbas que pasaran solas estas fechas, pero con algo en común al resto, con la añoranza de quienes partieron a mejor vida.


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