Rebaque augura éxito a la F1 en México

México no sólo ha tenido participación en la Fórmula 1 con ingenieros o pilotos como Pedro y Ricardo Rodríguez, Moisés Solana y ahora Sergio Pérez; dentro del listado de aventureros mexicanos destaca el nombre de Héctor Alonso Rebaque.
A Rebaque no le tocó un Gran Premio de México, sin embargo, durante 1978 y 1979 su nombre figuró como piloto y dueño del único equipo mexicano que ha estado en la parrilla de salida del Gran Circo, el Team Rebaque, que logró un punto histórico al finalizar sexto en el Gran Premio de Alemania, un éxito que, él mismo destaca, fue difícil de conseguir.

“En aquellos tiempos era una Fórmula 1 más hostil de lo que es hoy. Emprender el equipo fue complicado porque no había los patrocinadores que hoy en día tenemos. A eso se sumaba la propia competencia de aquella Fórmula 1 donde existía una preclasificación que era para los nuevos pilotos y equipos que llegaban”, indicó en entrevista, el ex piloto mexicano, quien corrió en 58 Grandes Premios de F1.
La relación de México con la máxima categoría revivió en 1986 cuando el Gran Premio regresó al trazado de los Hermanos Rodríguez. Gerhard Berger, Ayrton Senna y Alain Prost fueron algunos de los pilotos vencedores en las siete ediciones que se corrieron hasta la temporada de 1992, después de ese año, la F1 se olvidó del territorio mexicano
Pero ahora, a seis días de que se corra el Gran Premio de México, Alonso Rebaque, recuerda las dificultades que tuvo que pasar en este Gran Circo, y cómo fue el ser compañero del gran Nelson Piquet.
“Aquella aventura fue dura, pero lo hicimos en la medida del apoyo que recibimos. Pudimos ganar puntos con un equipo mexicano e hicimos historia. Ahora las circunstancias son diferentes, estamos viviendo dos mundos de la Formula 1”, dijo Rebaque, a quien le gustaría ver de nuevo un equipo mexicano en la parrilla.

“Hoy tenemos mejores condiciones para que vuelva a existir un equipo mexicano en Fórmula 1, pero se necesitan conjuntar los esfuerzos”, expuso.
El 17 de octubre de 1981, Héctor Alonso Rebaque se alineó por última vez en la parrilla de salida de un Gran Premio de Fórmula 1 en el trazado callejero de Las Vegas.
Con el abandono del volante nacional en el giro 20, por un problema con el acelerador, comenzó una larga sequía de pilotos en F1 para nuestro país, hasta que Checo Pérez corrió con el equipo Sauber, el Gran Premio de Australia en 2011.
Rebaque había sido el último mexicano en militar en la élite del automovilismo consiguiendo 13 puntos en su estadía.
Con sus conocimientos, señaló que Sergio Pérez alcanzó ya “la consolidación” dentro de la Fórmula 1.
“Ya es un piloto con gran experiencia y, en este momento, está en una condición buena en Force India; con un equipo sólido, que se encuentra de forma constante en los puntos”, expresó el mexicano.

Héctor espera que el tapatío desarrolle un papel extraordinario en el próximo Gran Premio de México, pero señala que hay más variantes para el éxito. “La Fórmula 1 es el escenario más competido del mundo, donde no sólo están los mejores pilotos, sino diseñadores, motores… hay que conjuntar muchas cosas para estar en el podio”.
De Esteban Gutiérrez apuntó que aunque ha tenido un año como piloto de pruebas en la escudería más icónica de la F1, Ferrari, “espero que esté de vuelta. Aparentemente lo va a estar como piloto oficial en 2016. Él tiene las condiciones para ser un volante destacado”, mencionó.
Rebaque recordó que hace 30 años era imposible correr en una pista con las características que posee la pista capitalina; además, el piloto que corrió 58 GP en las décadas de los setenta y ochenta sintió nostalgia por el viejo circuito que ofrecía mayor complejidad y reto para los amos del volante.
“En mis tiempos desgraciadamente no se dio (una pista de estas características), le digo a Checo que es un lujo que él pueda correrlo. Es una nueva pista, tengo nostalgia por la pista original de cinco kilómetros”, dijo Rebaque.
“Los coches evolucionan, la seguridad evoluciona, hay una nueva pista. Es muy completa, tiene una recta muy larga, curvas interesantes y cerradas, creo que va a ser benéfico para los espectadores para apreciar mucho mejor el trazado en comparación a como era antes”, explicó.

– Héctor, ¿con qué carrera te quedas?
– No puedo decir una sola, hubo muchas, muchas circunstancias y muchos recuerdos, pero icónicamente como mexicano tengo que decir que no podré olvidar el primer Gran Premio que corrí en el Hesketh, que era un coche muy complicado de aquel momento y que ahora vemos que fue un coche histórico dentro de las películas. Sin ninguna duda los otros dos puntos en mi carrera, el día que ganamos el primer punto como equipo mexicano en la Fórmula 1.
– Aquella Fórmula 1 era, los que tenían sus motores, las grandes fábricas estaban por un lado, y los que llegaban a armar por pedacitos como Héctor, se convirtieron en rebeldes. Tú fuiste un revolucionario junto con otros y se absorbieron. ¿Y quién te absorbió?
– Efectivamente era una Fórmula 1 muy hostil, más que ahora, muy complicada, otro momento otro tiempo, otras circunstancias.

El penúltimo de los ases mexicanos en la Fórmula Uno nació en México D.F. el 5 de febrero de 1956. Hijo de otro destacado piloto mexicano, el arquitecto Héctor Alonso Rebaque, quien corrió con éxito en las pistas y en los caminos de México, llegando inclusive a ganar el Rally de la 24 Horas en los años cincuenta y participó en las 12 Horas de Sebring con Carlos Sales como pareja, patrocinados precisamente por Pedro Rodríguez, el mejor corredor mexicano de la historia.
Héctor desde muy chico tuvo afición por el deporte que practicaba su padre pero cuando quiso empezar a correr se encontró la negativa del padre que, posteriormente, recapacitó y decidió apoyarlo para evitar que su hijo lo hiciera “…a escondidas” con los riesgos inherentes.
Rebaque se enroló en la Escudería Hesketh de Fórmula 1 para 1977 y debutó en un 308E con motor Cosworth (Ford) en el Gran Premio de Alemania en Hockenheim, calificándose entre los 26 más rápidos, a la edad de 21 años. Sin embargo, los resultados de Hesketh, que iba en pleno descenso al ser abandonada por su patrón Lord Hesketh, hicieron que Héctor llegara a un trato para adquirir el Lotus 78 dejado por el equipo oficial y correrlo en su propio equipo durante la temporada de 1978 con asistencia de la fábrica.
Colin Chapman -único constructor cuyos autos han sido manejados por todos los pilotos mexicanos de F1 excepto Checo Pérez, accede a proporcionarle los autos de repuesto de la temporada anterior y el Team Rebaque F1 es formado con Chacho Medina como coordinador técnico y Peter Reinhart como director técnico. Ese año, para conmemorar su debut, Héctor consigue su primer punto al quedar sexto en el Hockenheim Ring.
Para 1979 sigue el arreglo ahora con los autos Lotus 79 y Héctor corre nuevamente un Lotus privado pero a media temporada decide crear su auto propio, el HR100, que debutará en Canadá a fines del año, siendo el único auto mexicano de F1 hasta la fecha. El auto es similar en concepto al auto ala Lotus 79 y está diseñado por John Barnard (diseñador de McLaren, Chaparral, Benetton y Ferrari). Sin embargo, las nuevas reglas y la falta de apoyo de Goodyear, (Ecclestone prohibía al suministrador único dar neumáticos “A” a los equipos que no estaban en FOTA), que se negó a proporcionarle buenos neumáticos al equipo mexicano hizo que el Team Rebaque se cerrará.
Pese a todo, Héctor no cejó en su intento por consolidarse y con apoyo de la compañía mexicana de petróleos, Pemex, regresó al Gran Circo a mediados de 1980 en el GP de Inglaterra, en Brands Hatch, a bordo de un Brabham BT-49, equipo, en aquel momento, dirigido por Bernie Ecclestone, al que Héctor tenía deslumbrado como piloto, siendo el coequipero de Nelson Piquet, y encargado del desarrollo de los autos, en especial la caja de velocidades secuencial Weissman (su creador es Peter Weissman) que a la larga marcaría la pauta en la F1 por ser muy pequeña, ligera y limpia aerodinámicamente pero en esos tiempos solamente hacía que Héctor calificara muy atrás y abandonara muchas carreras pese a lo cual Héctor consiguió un punto en 1980 y cuatro clasificaciones en los puntos al año siguiente incluyendo cuartos lugares en San Marino, Holanda y Alemania. Y estuvo segundo durante mucho tiempo en Argentina hasta que se rompió un rotor lo cual le quito el podio.

– Cuando te suben al segundo coche de la Escudería en la que en esa temporada fue el campeón del mundo tu compañero Nelson Piquet, que no era miel sobre hojuelas, era un hombre tan competitivo que le daba codazos hasta a su mamá si se podía, ¿no?
– Nelson era un luchador, uno de los grandes pilotos de la Fórmula 1.Creo que tuvimos buenos momentos, no era fácil la vida en Brabham, pero también de alguna manera logramos hacer que las cosas vinieran, pasaron las cosas como tenían que pasar, creo que hubo grandes momentos, momentos difíciles pero quedan grandes momentos, grandes carreras, gran esfuerzo de equipo.

En 1981, Nelson Piquet, líder del equipo, consiguió su primer campeonato y el apoyo de Héctor fue básico, pese a que no probaba para el equipo y cruzaba el Atlántico solamente los miércoles antes de cada carrera pues nunca dejó de residir en territorio mexicano.

-¿La cultura de la gente mexicana está para el automovilismo de la Fórmula 1?
– Sin duda hay una gran afición, pero no hay duda en este país, no hay duda que ahora se conjuntan las dos cosas y que vamos a ver un espectáculo del mejor nivel.

Rebaque concluyó que el poseer cinco Grandes Premios amarrados es un avance importante para que el deporte motor se coloque entre la preferencia de los fans F1 en México.
“Es el evento más importante en los deportes, sólo por detrás de unos Juegos Olímpicos y un Mundial de futbol. El rating televisivo que tiene en el mundo es enorme. Entonces, esto lo convierte en una gran plataforma para nuestro país”, afirmó.
México volverá a acoger en 2015 un Gran Premio de Fórmula 1 después de una larga espera de 23 años.La última vez que la clase reina del motor estuvo en México fue en 1992, con una carrera ganada en el circuito Hermanos Rodríguez de Ciudad de México por el británico Nigel Mansell. Será la tercera época del Gran Premio de México. La primera se realizó de 1963 a 1970 y la segunda, de 1986 a 1992.