Marcos Aguilar inventará una nueva forma de hacer política en México, si cumple: Merino
El investigador del CIDE participó del panel denominado Transparencia y Rendición de Cuentas.
Si Marcos Aguilar Vega, presidente municipal electo de Querétaro, cumple con lo que ha prometido en materia de transparencia y rendición de cuentas, inventará una nueva forma de hacer política en México, aseveró Mauricio Merino, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
“El compromiso que acabamos de escuchar del alcalde electo es muy grave, porque lo que está diciendo, si lo hace, es que no va a repetir el esquema de ‘yo tengo el dinero y hago lo que se me pegue la gana’, si no ‘yo tengo el dinero para cumplir los propósitos que el municipio me exige y lo voy a demostrar’, y se va a atar de manos, y va a tener que hacer política de otra manera”, expuso.
Merino consideró que “si de verdad lo puede hacer y hace política de otra manera no usando el dinero público, no repartiendo puestos públicos, no repartiendo licencias para que la gente esté feliz, si de veras hace eso estará inventando una nueva forma de hacer política”.
En el marco del panel denominado Transparencia y Rendición de Cuentas que impartió en un hotel de la capital, subrayó que el mal manejo de recursos en las administraciones es un problema político, porque de lo contrario si se diera a conocer en qué son usados los recursos la ciudadanía podría conocer que se destinó dinero para la campaña política de tal candidato o que se benefició a cierto sindicato, una muestra clara de que los políticos creen que el erario público sirve para hacer política.
Mauricio Merino detalló que hay tres puntos fundamentales para que la corrupción persista, el primero de ellos se debe a que sólo el 30 por ciento del gasto público se gasta bien, es decir que 3 de cada 10 pesos se gastan bien y 7 mal, por lo que con ello no se puede esperar que haya un trabajo eficiente; el segundo tiene que ver con los costos de transacción, pues mencionó que el costo para hacer negocios es más alto que en cualquiera de los países de la OCDE no sólo por la cantidad de trámites solicitados, sino por el costo de la corrupción.
Y en tercer lugar por el desencanto democrático, ya que la gente no está dispuesta a participar de forma honesta, franca y directa, lo cual deteriora la capacidad de hacer las cosas mejor y a su vez deteriora los gobiernos.
El ponente sentenció que no hay duda que el costo de la corrupción es grave en México, como sucedió con la “casa blanca” o la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, por lo que dijo que “no cabe duda que la corrupción mata”.
Durante su ponencia, que duró más de una hora y media, reconoció el esfuerzo realizado por los legisladores federales de Acción Nacional por impulsar el Sistema Nacional Anticorrupción, al mencionar que fueron valientes al implementar este sistema; asimismo, dijo que antes de decir si hace o no algo un gobernante, es importante primero exigir que rinda cuentas.
El investigador aclaró que el recurso público es de los ciudadanos, y son ellos quienes deben tomar las decisiones sobre el destino de dicho recurso, por lo que los gobernantes deben aclarar peso a peso qué se hizo con su dinero.
“Los propietarios del dinero público y las decisiones tomadas por ese dinero público somos los ciudadanos. Los dineros son nuestros y las atribuciones que les damos a quienes nos representan son prestadas, los dueños de la soberanía son los ciudadanos. El dinero no es para lo que se te ocurra, me tienes que decir qué hiciste con el peso a peso”, concluyó.