Mal vistos. DE POLíTICA Y COSAS PEORES / Catón
Sor Bette le dijo a su compañera: “Hermana: debe resultarle algo incómodo eso de llamarse Virgen”. “Sí -respondió la monjita-. Sobre todo porque me apellido […]
Sor Bette le dijo a su compañera: “Hermana: debe resultarle algo incómodo eso de llamarse Virgen”. “Sí -respondió la monjita-. Sobre todo porque me apellido Loera”… Dos loquitos estaban sentados en la playa a la orilla del mar. Uno de ellos probó el agua. “¡Qué mal sabe! -exclamó con disgusto-. ¡Está salada!” El otro sacó una azucarera y se la dio. El loquito echó en el mar dos cucharaditas de azúcar. Probó otra vez el agua y dijo nuevamente: “Sigue salada”. El otro se molestó: “¡Menéyale, pendejo!”.