Acción enérgica. DE POLíTICA Y COSAS PEORES / Catón
El huésped del hotel se disponía a dormir cuando se oyeron golpes en la puerta de su habitación. La abrió y vio ante él al […]
El huésped del hotel se disponía a dormir cuando se oyeron golpes en la puerta de su habitación. La abrió y vio ante él al jefe de seguridad del establecimiento. Le preguntó el hombre, severo: “¿Hay una mujer en su cuarto?” Respondió el huésped: “No”. Volvió a preguntar el otro: “¿Quiere una?”… En su lecho de agonía don Ultimio le habló a su esposa doña Gorgolota: “Antes de irme quiero hacerte una sincera confesión: te fui infiel con tu mejor amiga”. “Ya lo sabía -respondió ella-. ¿Por qué crees que te envenené?”.