Dos pinturas de la colección Gurlitt serán devueltas a descendientes de dueños legítimos
Un cuadro de Henri Matisse y otro de Max Liebermann, ultrajados durante la Segunda Guerra Mundial a familias judías y preservados durante décadas por Cornelius Gurlitt, serán devueltos a descendientes de los dueños legítimos.
Autoridades alemanas dieron a conocer el pasado 12 de mayo que las pinturas Mujer sentada en un sillón y Dos jinetes en la playa, de Henri Matisse y Max Liebermann, respectivamente, las cuales se encontraron entre las 1,280 pinturas que el ciudadano alemán Cornelius Gurlitt conservaba en su departamento de Múnich, serán devueltas a descendientes de los dueños legítimos.
Se trata de las primeras dos devoluciones que el tribunal a cargo del patrimonio de Gurlitt autoriza siguiendo con los acuerdos de restitución que el gobierno de Alemania firmó el pasado marzo. Las autoridades no especificaron a quién ni dónde se entregarán las obras por leyes de protección de información.
En 2010, la policía alemana descubrió el acervo de Gurlitt, e investigaciones posteriores develaron que las obras habían sido robadas por el ejército nazi a ciudadanos judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Hildebrand Gurlitt, padre de Cornelius, fue un corredor de arte que, bajo el amparo del régimen, logró amasar una pequeña fortuna con los cuadros expoliados, así como una amplia colección que sería heredada por su hijo.
En mayo de 2014, tras el fallecimiento de Cornelius Gurlitt, el Museo de Arte de Berna, en Suiza, aceptó la donación de su colección, garantizando que cualquier obra que proceda de un plagio por parte de los nazis será devuelta a los herederos de los dueños legítimos.
Con información de Reforma.
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