Cuarto distrito federal
A la persona más endeble se le echa la culpa de todo
“Al perro más flaco se le cargan todas las pulgas”, dice un viejo adagio popular.
Sentencia que refiere que a la persona más endeble se le echa la culpa de todo.
Pues bien, los que saben de política dicen que el fracaso electoral que sufriera Juan José Ruiz Rodríguez en sus aspiraciones para ser diputado federal por el cuarto distrito, busca ya culpables dentro de las cúpulas priistas.
En ese sentido, las miradas voltean hacia el municipio de El Marqués, ya que dicen que ahí radicó la diferencia de votos entre Ruiz Rodríguez y Guadalupe García, del Partido Acción Nacional.
Y es que si analizamos los PREP’s tanto federal como estatal podremos ver que en aquel municipio el PRI perdió la presidencia municipal por 3,200 votos; el diputado local priista obtuvo 2,186 votos menos que su contrincante panista; y Josefina Vázquez Mota venció por aproximadamente 7,500 votos a Peña Nieto en ese distrito federal.
Tiempo atrás, durante los 90 días de campaña, mucho se habló de una fractura entre la militancia priista de El Marqués, de que había dos PRI´s en aquel municipio y de que la gente no estaba de acuerdo con que le impusieran un candidato “de la capital”.
También se dijo que el propio alcalde saliente, Rubén Galicia Medina, no estaba de acuerdo con la postulación de Juan José Ruíz, ya que históricamente el candidato de ese distrito era palomeado por la militancia de El Marqués.
La verdad de las cosas, de acuerdo con los cánones operativos priistas, la elección se ve bonita con buena escenografía, con propaganda llamativa y abundante, pero sobre todo con una buena operación política que asegure que toda la gente salga a votar el día de la elección.
Es a todas luces evidente que en el presente caso, se hizo lo primero, pero falló la parte fina, la operación política para conseguir que la gente votara.
Si a todo esto agregamos que solo el PRD tuvo 8,624 votos en el municipio de El Marqués, es evidente que el efecto “López Obrador” hizo estragos en la candidatura del joven Ruíz Rodríguez.
Por lo pronto habrá que ver si el alcalde Galicia se comportó de forma institucional o si por el contrario cayó en la tentación de no apoyar a su partido. Hay que recordar que “quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro”.