La oposición rosa; ciudadanos anuncian combate al ‘Plan B’ de AMLO

La oposición rosa, que enarbola la “defensa” del Instituto Nacional Electoral (INE), marchó esta tarde en varias ciudades del país, entre ellas Querétaro, donde señalaron al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de ser un consumista y un antidemócrata.

“El INE se queda, López se va”, “Fuera López, fuera el comunismo” y “El INE no se toca”,  fueron algunas de las arengas que cientos de ciudadanos y políticos opositores gritaron en Plaza de Armas y, además, anunciaron que buscarán recolectar el mayor número de firmas posibles para entregar a la Suprema Corte de Justicia para que acompañe la acción de inconstitucionalidad que la oposición presentará.

En ese sentido, Iñaki Basauri Alvarado, Frente Cívico Nacional, informó que su organización, en alianza con otras nueve, estarán realizando una campaña permanente para reunir firmas a fin de acompañar las acciones de inconstitucionalidad que estarán promoviendo actores de la oposición y cuya meta es lograr 2 millones de apoyos antes de que el ‘Plan B’ sea publicado en el Diario Oficial de la Federación.

En esta reforma electoral se obliga al INE a eliminar 300 juntas distritales, encargadas de la organización electoral; además, elimina 362 plazas en las 32 juntas locales. También, se recortan los recursos para la capacitación de funcionarios de casilla y se reduce el personal en los 143 Centros de Verificación y Monitoreo, lo que significará la eliminación de mil 500 plazas, 84% del Servicio Profesional Electoral Nacional.

También, se prevé un recorte de tres mil 500 millones de pesos, reduciendo además el salario de los consejeros del INE. Además, la reforma insta a eliminar los fideicomisos que se establecieron para retener recursos públicos para sus trabajadores y permitirá a los partidos no devolver el dinero que les sobre a la Tesorería de la Federación.

Finalmente, existe una cláusula que da libertad a la propaganda gubernamental, permitiendo que lo que no se etiquete como propaganda no será considerada como tal, y limita las facultades del INE para sancionar a quien realice propaganda en tiempos electorales, situación que actualmente está prohibida por la Constitución.

La única cláusula que se revirtió es la llamada “vida eterna”, que permitía que los grandes partidos transfirieran votos a sus aliados más pequeños para evitar así que desapareciera su registro en caso de no alcanzar el 3 por ciento necesario establecido en la ley.