Depresión en México, 1 de cada 5 personas la padecerán en su vida
Querétaro se ha posicionado en el sexto lugar a nivel nacional con la mayor tasa de suicidios en población entre 15 y 29 años, además que 16% de la población ha presentado alguna vez un cuadro depresivo
Foto: Archivo
La salud en México es un tema que frecuentemente es cuestionado debido a que la calidad de los servicios tienen mucho por mejorar, y si hablamos de la salud mental todavía más se queda a deber, pues en nuestro país aún se considera un tabú el hablar sobre depresión y ansiedad.
Afortunadamente las nuevas generaciones cada vez son más conscientes de estos padecimientos, por lo que saben distinguir algunos de los síntomas y han optado por tomar cartas en el asunto, desde atenderse en caso de padecer este trastorno o brindar apoyo a quienes lo padecen, de igual manera se está buscando que las autoridades sanitarias trabajen en programas que contribuyan a mejorar la atención de la salud mental.
Es por eso que hoy, 13 de enero, se conmemora el Día Mundial contra la Depresión, como una manera de reconocer esta problemática que padecen alrededor de 280 millones de personas a nivel mundial, así como el 15% de la población mexicana.
Primero que nada, es importante explicar mejor qué es la depresión pues hay muchos mitos que giran en torno a este padecimiento que han estigmatizado a quienes lo sufren; la depresión se considera como el estado mental de tristeza profunda que puede estar acompañada de otros sentimientos como infelicidad, melancolía, baja autoestima y desesperanza, sin embargo existen diferentes tipos de depresión entre las que destaca la depresión clínica mayor, la cual se considera una enfermedad grave.
Las causas de la depresión son muy variadas pues, aunque cualquiera puede desarrollarla, sin embargo hay factores que pueden influir como son: experiencias personales, eventos traumáticos, herencia genética e incluso el sexo del paciente, ya que las mujeres presentan el doble de casos que en hombres.
Así que para lograr identificar los síntomas hay que conocerlos bien pues el tratamiento que se puede aplicar dependerá de la gravedad del trastorno, llegando incluso a incapacitar al paciente pues entre las señales se encuentran la falta de energía, incapacidad o dificultad de levantarse de la cama, trastornos alimenticios e incluso la falta de concentración.
En México se podría decir que aún es difícil la aceptación y tratamiento de esta enfermedad, debido a que popularmente se puede llegar a considerar que la depresión es debilidad de carácter, flojera e incluso intentos de llamar la atención por lo que muchas personas prefieren sufrir en silencio. Lamentablemente esta decisión podría llegar a agravar la situación pues las personas deprimidas pueden llegar a presentar ideaciones e intentos suicidas.
De hecho Querétaro se ha posicionado en el sexto lugar a nivel nacional con la mayor tasa de suicidios en población entre 15 y 29 años, además que alrededor del 16% de la población ha presentado alguna vez un cuadro depresivo en su vida. Sin mencionar que a nivel nacional se prevé que una de cada cinco personas presente un episodio depresivo en su vida.
He aquí la importancia de los programas que fomentan la salud mental, y que cada vez son más difundidos por el sector salud, como en el caso del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) que ha implementado protocolos para atención a la salud mental, así como camas y módulos de atención en más de mil 100 unidades médicas en el país.
Finalmente, no todo está perdido pues a pesar de lo complicado que pueda ser un diagnóstico, se puede aplicar un tratamiento eficaz que aminoren los síntomas e incluso los desaparezcan, además que hay diversos medios preventivos que permiten mejorar el ánimo y evitar que los síntomas se agraven.
Es por eso que se recomienda a las personas que presentan síntomas para que acudan con profesionales de salud mental como terapeutas, psicólogos y psiquiatras que puedan brindar un tratamiento y acompañamiento de la enfermedad, así como optar por actividades al aire libre, así como ejercicio y terapia psicológica constante.
