Gallos Smiling, el sueño cumplido de un fútbol incluyente
Antes de su alianza con Gallos Blancos, Smiling llegó a tener hasta 17 chicos entrenando, por lo que la búsqueda de espacios y alianzas se vio cada vez como una mayor necesidad.
Gallos Smiling nació con la intención de incluir a jugadores con alguna discapacidad intelectual en uno de los deportes más populares del país. Mariano López Medina, su entrenador, fue quien inició el proyecto en 2018 junto con Fernando Andrés en una cafetería.
“Nos dimos cuenta que era una cafetería de inclusión de (personas con) Síndrome de Down y Autismo y discapacidad intelectual. Y empezamos a hablar de fútbol y ahí se nos ocurrió hacer el equipo. Fernando Anderes me preguntó, ¿tú los entrenas? Y yo le dije que no, que no me siento capaz”, recuerda López Medina.
Sin embargo, tras una plática familiar, decidió encabezar este proyecto que inició en cachinas pequeñas en el Parque Querétaro 2000. Con 10 chicos el primer día de entrenamiento, Mariano López recuerda que hubo una conexión para comprenderse con los muchachos.
“Los chicos, cuando les empecé a decir lo que tenían que hacer, fue una conexión brutal. Hacían lo que yo les decía, se hablaban, daban sus nombres. Fue fantástico el primer entrenamiento y de ahí nos enganchamos; todos los domingos entrenábamos. Me enamoré tanto que fui a buscar alianzas para tener más niños”, aseguró el también ex futbolista.
Durante estas alianzas, se acercó con el DIF estatal para conocer los Centros de Atención Múltiple para “vender el proyecto”, en ese entonces, “Pies Capaces”. El nombre, además, cambió a petición de sus jugadores.
“La asociación (de la cafetería) era Manos Capaces, y luego les ponemos Pies Capaces, decían, ‘queremos otro nombre’. Y le dije a mi esposa y se puso a pensar; me dice, ‘los he visto jugar y sonríen tanto cuando meten un gol, cuando meten el autogol lo festejan grandísimo. Vamos a ponerle Smiling, porque siempre sonríen”, recordó sobre el cambio de nombre.
Antes de su alianza con Gallos Blancos, Smiling llegó a tener hasta 17 chicos entrenando, por lo que la búsqueda de espacios y alianzas se vio cada vez como una mayor necesidad. Aunque, por supuesto, la pandemia trajo un “huracán” de sucesos que pusieron en riesgo el proyecto.
“Tener que cerrar y decirle a los chicos que ya no hay entrenamientos. Se viene un huracán de situaciones durante la pandemia, pierdo a mi esposa en la pandemia y me tengo que ir de Querétaro para vivir el duelo y me desconecté de los chicos”, lamentó de la pausa de unos meses.
Lo retomó a petición de una madre, recuerda, que le dijo que sabían por lo que estaba pasando pero le pidió no soltar a los chicos y entrenarlos vía Zoom. En ese mes, además, la nueva directiva de Gallos Blancos le dio la oportunidad que buscaba.
“Yo no le quería tocar la puerta otra vez a Gallos, ya se la había tocado una vez y me dio mucho coraje que vieron y dijeron ‘sí está chido tu proyecto pero no tenemos presupuesto’. Yo no pedí dinero, pedí entradas al estadio, ¿no podrá ir un jugador al Querétaro 2000? Que les vengan a dar ánimos antes de entrar a jugar… ‘te buscamos’”, lamentó.
Así, pese al dolor por la pérdida de su esposa, echó “a andar la imaginación” en honor a su esposa para poder entrenarles a distancia. Todo 2020 entronaron así, hasta que se volvieron a abrir las chanchas.
Poco después, Samuel y Alejandro Esponda, asociados de Gallos Blancos, que les dieron la oportunidad de presentarlo a Gabriel Solares que en ese entonces era de nuevo ingreso en la directiva del equipo.
“El sueño se estaba haciendo realidad. Tener un equipo para competir. Me invitan a un torneo a Cancún y de dónde el recurso. Por mi formación estuve en un programa que se llama Juega Vive, con adolescentes en riesgo de delincuencia y drogadicción. Me invitan a la clausura y ahí llega el presidente (Luis Bernardo) Nava y me abrió las puertas y me dio el recurso”, celebró.
Después, el torneo en Cancún de canceló, por lo que el entrenador lo organizó aquí, en la capital del estado, en el que Gallos Smiling fue campeón del Primer Torneo de Inclusión. Hoy, el equipo tiene 160 jugadores, en 3 sedes, Querétaro, San Juan del Río y Juriquilla.