Visibilidad de la violencia contra las mujeres, un tema pendiente afirma Maricruz Ocampo
En el marco del la presentación del documental “4 veces desaparecida”, producido por Beltrán y producido en apoyo con la unidad de género de la Suprema Corte de la Nación, las profesionistas con larga trayectoria en temas de perspectiva género, coincidieron en las dificultades que se tienen en materia de difusión de los casos de violencia de género en el estado de Querétaro.
La importancia de la visibilidad de la violencia contra las mujeres es materia pendiente para la sociedad civil y los medios de comunicación, sostuvieron la documentalista Viviana Beltrán, la periodista Claudia Ivonne Hernández y la abogada Maricruz Ocampo Guerrero.
En el marco del la presentación del documental “4 veces desaparecida”, producido por Beltrán y producido en apoyo con la unidad de género de la Suprema Corte de la Nación, las profesionistas con larga trayectoria en temas de perspectiva género, coincidieron en las dificultades que se tienen en materia de difusión de los casos de violencia de género en el estado de Querétaro.
“El documental inicia porque veo un cartel en la calle de una niña desaparecida y hay un número de teléfono. Ahí yo llamo y pido una entrevista. La pregunta con que empiezo es qué significa desaparecer en uno de los estados más seguros de México, la respuesta es una mayor invisibilidad porque al gobierno no le convenían y sistemáticamente se negaban las cifras”, recuerda Beltrán.
En el documental se exponen los testimonios de padres que buscan a sus hijas desaparecidas en el estado, y lo contrasta con el discurso oficial sostenido por las distintas administraciones en las que se asegura que Querétaro es uno de los estados más seguros del país.
En ese sentido, la litigante Maricruz Ocampo recordó que el delito de desaparición “no proscribe”, por lo que “especialmente madres” crearon caravanas de búsqueda de desaparecidos por todo el país. Asimismo, consideró que la desaparición de una mujer suele terminar, en la mayoría de los casos, en feminicidios.
Las personas desaparecidas deben ser encontradas vivas o puertas, entonces tenemos madres buscando a sus hijos en los campos con varillas. Somos el primer lugar lesiones dolosas por cada 10 mil habitantes, violaciones somos el tercer lugar. Cuando dicen aquí no pasa nada no es verdad”, sostuvo la activista.
Por su parte, la periodista Claudia Ivonne Hernández lamentó las dificultades a las que se enfrentan los periodistas para dar a conocer estos casos, que van desde sus condiciones laborales, la violencia a la que se exponen, y hasta el anonimato y necesaria protección de las víctimas de violencia de género.
“Eso que vimos en el documental es algo que podríamos ver incesantemente en los medios de comunicación si lo viéramos con perspectiva de género. Los medios privados tocan otros intereses, económicos o de poder político.
Estos temas nos atraviesan el corazón y la mente de forma distinta a hombres y mujeres, pero nos atraviesa. Cuando trato temas de feminicidios, violaciones o desapariciones me convenzo cada día más de que es un deber humano compartir estas realidades”, subrayó la comunicadora.
Así, las tres activistas reconocieron la necesidad de que tanto la sociedad civil, como en los medios de comunicación se visibilicen las deficiencias en materia de protocolos contra la violencia de género en el régimen gubernamental para combatir un flagelo que está “cada vez más cercano” a la sociedad.
“Un país de leyes muertas y en un narco gobierno son el resultado de lo que estamos viviendo hoy”, lamentó Beltrán.
Por su parte, Claudia Ivonne Hernández sostuvo: “cuando se está del otro lado “en una extensión del mundo en la TV, no nos damos cuenta porque estamos tan aletargados, nos inyectan algo para que racionemos o no reaccionemos, una anestesia mediática para mantenernos así, aletargados, y estos temas nos sacan de nuestro tema de confort, y prefiere uno no verlo y sin embargo lo vemos en la calle cada vez más cercano”.
Finalmente, Maricruz Ocampo hizo una analogía con la riña en el estadio el cinco de marzo:
“Ver a estos hombres tirados en el piso parteados, nos indignó porque lo vimos, fue algo espantoso. Pero hay 196 mil llamada al año por violencia de género. Solo con las víctimas de feminicidio de este sexenio llenaríamos el auditorio nacional. No nos indigna porque no lo vemos, ni lo escuchamos, le cambiamos al canal. Y además culpamos a las víctimas por cómo venían vestidas o porque salieron. Pero los mirones tenemos que intervenir, tenemos que acompañar y revivir los casos; si quitamos el dedo del, si dejamos de ser incómodas no nos van a escuchar”, subrayó.