Reportaje: taxis colectivos, entre la ilegalidad y la necesidad ciudadana

Cabello canoso, piel morena y bolsa en mano, son los atributos físicos que identifican a Cristina, trabajadora del hogar desde hace, al menos, ocho años. Parada en la Alameda Hidalgo lleva más de 30 minutos esperando la ruta 122 para llegar a su lugar de trabajo: el residencial Cumbres del Cimatario, al sur de la ciudad de Querétaro.

Todos los días, poco antes de las 8 de la mañana, Cristina sale de su casa, ubicada en La Pradera. En la parada de esa colonia, que contrasta con la opulencia del Residencial El Refugio, hay problemas de transporte público, Cristina se sube a un taxi colectivo que cobra 20 pesos y junto con otras personas de la clase trabajadora, comparte el vehículo amarillo que las deja en la Alameda.

Si utiliza los camiones públicos, el trayecto que hace de su casa a su lugar de trabajo es de casi dos horas, aunque en automóvil le tomaría unos 30 minutos. Un transbordo, rutas llenas de pasajeros y largos tiempos de espera, son las realidades de su día a día.

“Dos rutas tenemos, la 53 y la 24 que esa pasa por allá“, y señala en dirección al Mercado Escobedo, “pero ¿se imagina? dos rutas y las dos pasan cada hora y después, ¿qué hacemos si no tenemos transporte para venirnos? pues sí nos sirven los taxis colectivos.“, indica.

Los taxis colectivos a los que refiere Cristina son conocidos por cualquier persona que espere en las paradas del transporte público, y aunque recientemente el director del Instituto Queretano del Transporte (IQT), David Sánchez Padilla, ha hecho énfasis en que esta práctica no está permitida en la ley de Movilidad para el Transporte del Estado de Querétaro, los usuarios consideran que es una alternativa de movilidad desde hace años.

“Si nos quitan los taxis colectivos, ora sí necesitarían ponernos más rutas, más seguido, al menos cada media hora, porque las que pasan, pasan llenas y dan mucha vuelta.“, añade, “hay muchas personas que trabajan en Cumbres, ya sea de Huimilpan, de Tlacote, de varios lugares, y sí se junta mucha gente que ocupa el taxi colectivo.”

Los taxistas de las zona y personas que han hecho de la Alameda un punto clave en su traslado diario, refieren que este tipo de transporte que hace el trayecto La Pradera-Alameda, y viceversa, comenzó casi con la pandemia, en 2020. Aunque otras personas aseguran que este fenómeno ya se veía desde tiempo atrás.

“El horario en que hay mayor demanda de este servicio es entre 6 y 8 de la mañana“, dice un taxista que desde la ventana de su automóvil invita a la gente a ocupar uno de los cuatro lugares disponibles.

Taxis concesionados y particulares implementaron una base en ese horario de mayor flujo en distintos puntos de la ciudad, hecho que, indican algunas personas, ocasiona obstrucción en las mismas paradas establecidas para las rutas de MóvilQrobús.

Si alguna persona quiere trasladarse a San José el Alto, puede tomar un taxi colectivo en Plaza del Parque o si el destino es el lugar de trabajo de Cristina, allá en Cumbres del Cimatario, puede ir en busca de un taxi colectivo a la Central de Autobuses “Flecha Azul“, ubicada sobre la avenida Luis Pasteur, a espaldas del Centro Educativo y Cultural “Manuel Gómez Morín“.

La espera eterna en Santa María Magdalena

En la esquina de la calle Miguel Hidalgo e Independencia, en la comunidad de Santa María Magdalena, las personas se aglutinan bajo un árbol a esperar el camión que los llevará a alguna de las avenidas principales del Centro Histórico de Querétaro. En ese punto, el señor Héctor Velázquez, taxista desde hace más de una década, hace parada y por 15 pesos, sube a una pasajera que ocupará el último lugar disponible de su vehículo.

El destino al que todos se dirigen en ese taxi colectivo es el Mercado Escobedo, ahí termina su recorrido; aunque antes de llegar a ese punto, dos de los usuarios piden su bajada a la altura de Avenida Tecnológico. De tardar casi una hora, por el trayecto que haría el transporte público, las personas que usan el servicio colectivo lo reducen a 20 minutos.

Obreros, personas que trabajan en comercios y en los mercados del centro y amas de casa, son los clientes que Héctor traslada todos los días, por una tarifa que va de los 15 pesos, por un trayecto de 6 a 8 kilómetros y 20 pesos de 8 kilómetros en adelante.

Señala que este tipo de servicio se ha realizado desde hace más de siete años en distintos puntos de Querétaro: Santa Rosa Jáuregui, Campo Militar, la Reforma Agraria, Lomas de Casa Blanca, Juriquilla y Milenio, así como en otras comunidades del Marqués y Corregidora.

El conductor fue uno de las primeros taxistas que comenzó a organizarse en Santa María Magdalena y junto con otros dos compañeros de trabajo, hicieron un equipo de trabajo de taxis colectivos. Al principio se pusieron de acuerdo con la tarifa, posteriormente, establecieron una base.

“A nosotros nadie nos organiza, nosotros nos organizamos solos“, y añade que ahora son alrededor de 40 taxis que trabajan en esa localidad ofreciendo el servicio.

“Desde ese tiempo, yo empiezo a trabajar el taxi colectivo, por la problemática que ha habido por el trasporte público, la tardanza que hay, o había veces que iban bien llenos y no se daban abasto los camiones.“, recuerda.

Héctor Velázquez está consciente de que esta práctica no está permitida. Hace unos meses, uno de sus compañeros fue sorprendido por un inspector, hecho que le mereció pagar una multa.

“Estamos de acuerdo que en Querétaro está prohibido el taxi colectivo, pero las autoridades no entienden eso, que la gente tiene necesidad de transporte y mucha gente no tiene el recurso para pagar un taxi una sola persona, estamos cobrando de 60 a 80 pesos, de aquí a la alameda.“, sentencia.

Él y sus compañeros están de acuerdo que esta práctica debería regularse, aunque aseguran que eso no va a ser suceder.

“Una regulación creo que no nos la van a hacer, pero sí sería algo muy eficaz para el usuario que nos dejaran trabajar solamente. Si lo regularizaran es algo estaría mucho mejor para nosotros y los usuarios entenderían que somos colectivo, a dónde vamos y a dónde llegamos.“.

Las sanciones

El diciembre de 2021, el IQT, comunicó que quienes ejerzan este servicio podrían ser sancionados económica o administrativamente con una multa que va desde los 40 a 100 UMAS equivalente a 3 mil 584.8 pesos y hasta los 8 mil 962 pesos, de acuerdo con lo que establece la Ley de Movilidad de Querétaro.

Añadió que se han establecido operativos para identificar esta práctica y se cuentan con 26 inspectores que realizan la supervisión de los sistemas de transporte.

Sergio Olvera León, vocero del Observatorio Ciudadano de Movilidad en Querétaro, recalcó que prohibir esta práctica no es una solución, sino que la urgencia radica en atender la necesidad de falta de transporte público que se ha ido solventando al ofrecer el taxi colectivo.

“Eligen este servicio por la deficiencia que tenemos en el servicio de transporte colectivo, y en esas fechas, el mismo director del IQT dijo que estaban operando 500 unidades de transporte, cuando hace 9 años, había mil 600 unidades para una población menor.“, apuntó.

Indicó que el taxi colectivo se da en dos frentes, como transporte en las colonias populares, y en colonias a las que la gente acude a trabajar.

“El servicio se le ofrece a personas que son jardineros, que hacen trabajo de albañilería o que se dedican al trabajo del hogar en Juriquilla, Milenio, Loma Dorada, y demás, que tiene esta necesidad, porque en muchas de estas colonias el autobús pasa y los deja muy lejos del lugar en donde van a trabajar.“, explicó.

Olvera León mencionó que desde el Observatorio, han estudiado que la solución para resolver el tema de movilidad es cuadricular la ciudad, ofrecer circuitos exteriores y rutas secundarias que no atraviesen el Centro Histórico, pues aseguró que la gente tiene nuevos polos de atracción: otros municipios y parques industriales.

“En alguna de estas colonias poner rutas terciarias, como lo que estuvo haciendo la Secretaría de Movilidad estos días, usar las minivans para dar recorrido en el Centro Histórico o que acerquen a las personas a donde puedan tomar el autobús, a esto se le conoce como trayectos de última milla. La ciudad ya no es lo que era, pero seguimos con este esquema de que más del 75 por ciento pasan por el centro“.

De acuerdo al Índice de Transporte Público de Moovit Insights, en Queretaro, el promedio de tiempo que la gente dedica a desplazarse en transporte público es de 52 minutos y el 53 por ciento de estos usuarios dedican un promedio de 2 horas en sus desplazamientos cada día.

El 43 por ciento de pasajeros transborda por lo menos dos veces durante un solo viaje y el 82 por ciento de los usuarios del transporte público esperan más de 20 minutos en una parada.

“Es necesario evaluar qué hacer con esta necesidad que tienen muchas personas respecto al transporte público y no solo decir que los taxis colectivos son ilegales. Ese es el gran reto de Mauricio Kuri, que en otros gobiernos no han querido resolver.“, concluyó Sergio Olvera León