Deben empresas implementar estrategias de bienestar a trabajares a raíz de pandemia
De acuerdo a la Asociación Mexicana para el Bienestar y Desarrollo Organizacional el regreso a las oficinas, luego de el confinamiento por COVID-19 ha provocado miedo, ansiedad y tristeza y se debe atender con programas de capacitación enfocados al desarrollo y bienestar
La reapertura en las empresas a partir de el cambio de semáforo a verde en casi todo el país, implica la reincorporación de sus trabajadores a oficinas y fabricas, esto ha provocado diferentes reacciones.
“Para muchas personas esto ha provocado una serie de emociones como el miedo, la ansiedad y tristeza; por dos principales razones: cambio en la rutina e la incertidumbre en su salud. Por lo tanto, es indispensable que los departamentos de Recursos Humanos implementen estrategias que aseguren el bienestar del trabajador y le ayuden a gestionar de manera efectiva las emociones” afirma Irasema González, presidenta de la Asociación Mexicana para el Bienestar y Desarrollo Organizacional A.C. (ASCEND)
Las emociones son reacciones que todos experimentamos ante las situaciones que se nos presentan, estas pueden ser positivas como la alegría o negativas como la ira. El deseo sería vivir en una vida que proporcione emociones positivas siempre, sin embargo, no podemos ignorar que a lo largo del camino nos encontraremos con situaciones que nos generarán emociones poco favorables, las cuales deben gestionarse de manera adecuada para mantener un bienestar integral.
Con la presencia de la pandemia del COVID-19 se han generado una serie de situaciones que provocan emociones como ansiedad, miedo, tristeza, entre otras; lo que impacta de manera directa en el desarrollo de las personas en el ámbito personal, familiar, escolar y laboral.
Es por ello, que las empresas deben integrar en su gestión empresarial acciones que, de acuerdo con este nuevo contexto, respondan a las necesidades del personal y les contribuya a tener un mejor control de las emociones; de tal forma que éste se refleje en el bienestar y satisfacción del empleado, que está directamente relacionado con el rendimiento laboral.
De acuerdo con la presidenta de ASCEND, cuando estamos preocupados nos ocurren: pensamientos que no paran, pensamientos catastróficos, manifestamos dolor de cabeza o en cualquier otra parte del cuerpo como nos sentimos enfermos, no tenemos ganas de hacer las cosas, somos más sensibles, intolerantes y desarrollamos malhumor.
¿Qué pensamos cuándo escuchamos que estamos en emergencia sanitaria?: “Esto es terrible”, “Apenas va iniciando y lo que nos falta”, “La situación se va a poner peor que en otros países”, “El gobierno no está midiendo los riesgos de sus decisiones”, “La gente no entiende que está en riesgo”, “La economía de este país no va a soportar la crisis“. Estos pensamientos detonan situaciones de ansiedad y generan una sobre percepción de riesgo, que se deben controlar y atender.
Las empresas deberán implementar programas de capacitación enfocados al desarrollo y bienestar de los colaboradores, con objetivos específicos relacionados a la nueva normalidad y las nuevas formas de gestión y organización empresarial.
Se deberá mantener dentro de los centros de trabajo la normatividad oficial sanitaria, así como establecer áreas que permitan a los colaboradores mantener un equilibrio con la naturaleza y una alimentación adecuada. Integrar programas estratégicos que contemplen diferentes disciplinas enfocadas al bienestar y al mismo tiempo al rendimiento y productividad laboral.
Recomendaciones que podrán llevar a cabo los colaboradores para mantener un equilibrio mental en este regreso a las oficinas y fábricas, como son: continuar con las medidas de seguridad, evitar la sobre información, informarse solo un momento concreto al día, el resto del día ocuparlo en actividades no relacionadas con el tema de la contingencia, centrarse en que estamos haciendo algo para el bien común, buscar actividades manuales y formas de pasar el tiempo separados de la tecnología, planear una rutina diaria, practica la meditación, realizar rutinas de ejercicio en casa, utilizar juegos de mesa y otros medios de entretenimiento como la lectura.