María Izquierdo: La presencia femenina en el arte
La primera exposición individual de la artista se llevó a cabo en 1929 cuando Diego Rivera se interesa por la obra de la pintora y le organiza una muestra en el Palacio de Bellas Artes.
Hace 119 años nació María Izquierdo, una de las artistas más relevantes de México, defensora de la presencia femenina en el arte mexicano y de la representación de nuestras tradiciones.
María Cenobia Izquierdo Gutiérrez, fue una pintora mexicana nacida en San Juan de los Lagos, Jalisco el 30 de octubre de 1902. Desde muy joven tuvo que enfrentarse a circunstancias difíciles, como la muerte de su padre, a los 5 años. A los 14 años, fue obligada por su familia a casarse con un militar, Cándido Posadas, con quien procreó tres hijos. En 1923 llega a la Ciudad de México y se divorcia.
En 1927 ingresó a la Academia de San Carlos en donde tuvo como maestros a Manuel Toussaint, Germán Gedovius y Rufino Tamayo, siendo este último su mayor influencia y con quien realizó varias obras de manera conjunta a finales de los años 20. Sin embargo, Izquierdo, al igual que muchas otras artistas contemporáneas, decide volverse autodidacta después de dejar la Academia en 1929, debido a su sistema conservador de enseñanza.
Su primera exposición individual se llevó a cabo en 1929 cuando Diego Rivera se interesa por la obra de la pintora y le organiza una muestra en el Palacio de Bellas Artes. Rivera, que ya era director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, escribe la introducción del catálogo de la muestra en donde describió a la pintora como “un valor seguro y concreto” dentro del panorama artístico y académico nacional.
Durante ese mismo año, realizó también su primera exposición individual en Estados Unidos en el Arts Center Gallery, de Nueva York. Con esta muestra, María Izquierdo se convierte en la primera mexicana expositora en ese país y un año más tarde, en 1930, el Metropolitan Museum presentó una exposición de arte mexicano que incluyó obras de María Izquierdo.
En 1932 la nombraron maestra de dibujo en el Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública y mantiene este cargo hasta 1937. María Izquierdo también fue miembro de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), en 1933 la nombraron jefa de la sección de artes plásticas de esta organización.
Las primeras obras de María Izquierdo muestran temáticas relacionadas a la familia y amigos de la pintora, es decir, elementos de su entorno más cercano. Posteriormente, coincidiendo con el auge del surrealismo, incluyó ciertos principios de éste en su obra. La artista también incursionó en la pintura mural.
En 1946 firmó un contrato con Javier Rojo Gómez, jefe del Departamento del Distrito Federal, para pintar murales en la escalera central del Palacio del Departamento, pero meses más tarde suspenden este contrato ya que David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y el mismo Rojo Gómez consideraron que la pintora, por ser mujer, no estaba lo suficientemente calificada para la pintura mural.
En la iconografía de las obras de María Izquierdo es posible encontrar naturalezas muertas, bodegones, retratos y autorretratos, en donde predominan los colores brillantes y fuertes. Sin embargo, uno de los elementos más destacados de la producción de Izquierdo, fue sin duda la manera en la que la mujer adquirió una figura protagónica en su pintura, motivo por el cual se le considera una importante figura feminista en la pintura mexicana.
Estas formas de representación femenina difieren completamente de la manera en la que se representaba a la mujer en este periodo: como madre y como la patria. María Izquierdo abandonó totalmente estos modelos y se adentró en una representación más íntima y real de sentimientos de melancolía y dolor. En general estas obras mostraban la situación real a la que se enfrentaban las mujeres de este contexto postrevolucionario en México, más que una figura femenina idealizada.
Los contrastes también estuvieron presentes en su obra, teniendo en su haber varias representaciones con temáticas alegres, coloridas y que muestran las tradiciones populares que a la artista tanto le interesaba.
A finales de los años 40, la salud de María Izquierdo comienza a deteriorarse, sufriendo varios episodios cerebrovasculares. Finalmente fallece en la Ciudad de México el 2 de diciembre de 1955, a los 53 años, a causa de una hemiplejía. En noviembre de 2012, sus restos se depositaron en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Dolores en la Ciudad de México.
Actualmente, su obra forma parte de colecciones privadas y de museos en México. El Museo de Arte Moderno resguarda el “Archivo María Izquierdo”, que incluye cartas, bocetos de dibujos y fotografías, entre otros documentos.
SURA Asset Management México, a través de la Colección SURA se enorgullece de tener y resguardar tres de las obras de esta destacada pintora: Niñas con sandía, Alacena con paloma y Niña con sombrero. La obra de María Izquierdo y toda la Colección de arte SURA está disponible de manera digital y gratuita para que el público las pueda disfrutar a través del sitio web: https://www.sura.com/arteycultura/.