Desde que arrancó la pandemia, UMA COVID-19 ha recibido a 510 pacientes

La Secretaría de Salud de Querétaro ha atendido a 510 pacientes en la Unidad Médica y de Aislamiento (UMA) COVID-19, donde se ofrece un espacio digno para su recuperación y con personal médico altamente especializado, aseguró su coordinador general, Amadeo Lugo Pérez.

Recordó que el proyecto de la UMA inició entre febrero y marzo, cuando surgieron los primeros casos de COVID-19 en el país. El 4 de mayo ingresó el primer paciente no grave para atención médica y resguardo.

“La UMA surgió a raíz de una inquietud del gobernador Francisco Domínguez Servién, en el sentido de contar con un espacio digno, donde se pudiera brindar, además de la atención médica, un área de aislamiento a los pacientes con COVID-19 confirmados”, explicó.

La UMA está instalada en el Querétaro Centro de Congresos y fue la primera en su tipo a nivel nacional; cuenta con un área operativa donde se recibe a los pacientes para aislamiento y recuperación, y un área administrativa que se concentra la logística y la coordinación estratégica.

Lugo Pérez aclaró que no se trata de un albergue donde se concentrarían los casos sospechosos de COVID-19, sino un espacio médico especializado para atender a los pacientes confirmados con esta enfermedad que no necesitan hospitalización.

Explicó que los pacientes que llegan a la UMA provienen del Hospital General de Querétaro, primero a nivel nacional en reconvertirse en hospital COVID-19.

Cuando inició operaciones la UMA, el personal médico, paramédico y administrativo recibió capacitación sobre el marco teórico del SARS-Co-V2, que es el virus causante de la enfermedad de COVID-19, y recibieron un curso-taller sobre el uso del Equipo de Protección Personal (EPP).

El coordinador general de la UMA destacó que en este tiempo de pandemia se han proporcionado más de 10 mil alimentos a los pacientes, en tanto que se cuenta con personal de seguridad del espacio físico y para los servicios generales como la limpieza.

La UMA tiene ocho camas hospitalarias, camastros, tanques de oxígeno y un equipo de comunicación para que los pacientes realicen al menos una videollamada diaria con sus familiares, además de un espacio espiritual para un momento de reflexión, un comedor y área para que los pacientes dialoguen o incluso, vean alguna película o escuchen música.