Conoce a “Sputnik”, la nueva vacuna rusa contra el coronavirus
La vacuna lleva el nombre del primer satélite artificial puesto en órbita por la Unión Soviética
En octubre de 1957, todos los ojos del mundo estaban posados sobro el cosmódramo de Baikonur, localizado en un desierto de lo que hoy es Kazajastán ¿La razón? El lanzamiento del Sputnik 1 por parte de las autoridades soviéticas, una nave que logró poner por primera vez un satélite artificial en órbita, inaugurando un nuevo período tanto en la exploración espacial como en el desarrollo de las telecomunicaciones.
Casi 63 años después de este hito, el nombre “Sputnik“, que significa “compañero de viaje“, vuelve a ser noticia internacional, aunque ahora debido a una exploración bastante diferente a la que se destinó al primer Sputnik. De acuerdo con información del Kremlin, un equipo de investigadores rusos logró desarrollar lo que parece ser la primera vacuna funcional contra el COVID-19, un virus que ha causado estragos económicos y sociales durante los últimos siete meses en todo el mundo.
De acuerdo con Kirill Dimitriev, quien encabeza el RDIF (una especie de Conacyt ruso), hasta el momento han recibido solicitudes para mil millones de dosis en más de veinte países. Vladimir Putin, presidente del gobierno ruso, manifestó poco antes que este era un logro sin precedente y agradeció a los científicos y técnicos que hicieron posible el desarrollo de la vacuna.
No obstante, aún es temprano para cantar victoria, pues algunos observadores internacionales están preocupados por la posibilidad de que Moscú esté anteponiendo el prestigio internacional que conlleva haber desarrollado la primera vacuna contra el coronavirus a la seguridad de su propia población.
De acuerdo con las declaraciones que han salido del Kremlin, las pruebas de la vacuna comenzaron a realizarse desde hace dos meses y hasta el el momento, al parecer han arrojado resultados positivos. En diversos lugares del mundo aún siguen realizándose pruebas para desarrollar otras posibles vacunas al COVID. El consenso científico internacional había establecido un plazo mínimo de un año para contar con una vacuna segura que permitiera controlar la pandemia. No obstante, el hallazgo de los rusos parece contradecir este pronóstico.
Cabe destacar que la OMS ya había señalado en reiteradas ocasiones que no habría certeza en la lucha contra la pandemia hasta que no existiera una vacuna segura en humanos.