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Central de Cultura Compartida, un espacio para el arte independiente que hoy busca tu apoyo

Por Staff Códice Informativo - 29/02/2020

Lozalizado en Morelos número 69, el espacio está realizando una campaña en Kickstarter para continuar con sus actividades, las cuales incluyen exposiciones, talleres, conciertos y muchas otras muestras de talento local y nacional

 Central de Cultura Compartida, un espacio para el arte independiente que hoy busca tu apoyo

Fotos: Cortesía CCC

Imagina un espacio donde te puedes presentar a mediodía, tomar un libro y leerlo en absoluta tranquilidad, con la posibilidad además de recorrer una galería de arte e, incluso si permaneces ahí hasta la tarde, terminar tu jornada con un concierto de jazz, o de funk, o de soul o de hip hop, o la presentación de alguna novela reciente.

Desde febrero de 2019, todo esto es posible gracias al trabajo conjunto entre la Librería Submarino y la Central de Cultura Compartida, un proyecto multidisciplinario en el que cabe lo mismo la literatura que la música, el arte digital y hasta el “hackeo”.

Desde junio de ese año, la sede de la Central de Cultura Compartida se localiza en una vieja casona ubicada en Morelos 69. La fachada colonial es engañosa, una vez adentro, tras atravesar el patio que sigue al zaguán, nos recibe un edificio más reciente, de los sesenta, quizá, o los setenta, con paredes tapizadas y mobiliario de película de Kubrick.

Ahí, en ese espacio psicodélico con reminiscencia a bunker de la Guerra Fría, se abren tres posibilidades para quienes recién ingresan en el edificio: La Galería Diego Rose, la propia librería Subamrino y un espacio de experimentación digital que también funciona como hacklab.

Administrada por Rafael Ontiveros, mejor conocido como “Aper”, la Galería Diego Rose es un espacio para exponer arte plástico y conceptual elaborado tanto por talentos locales como artistas de otras ciudades o países. Entre los y las artistas que han expuesto en este espacio están Azucena Ramírez, Esmeralda Torres, Gabriela Martínez, Omar Benítez “Jamón” y el ilustrador, animador y artista gráfico Salvador Herrera, entre otros.

La Librería Submarino es, sin duda, el espacio más acogedor dentro del conjunto que integra la CCC. El enorme ventanal que la remata garantiza que siempre haya luz durante las horas de sol, mientras que un sofisticado conjunto de lámparas de neón hacen lo propio durante la noche.

Atendida por el psicólogo clínico y periodista Joselo Montes, esta librería ofrece un amplio catálogo de novedades tanto en poesía como en ensayo y narrativa, el cual se nutre de editoriales como Anagrama, Sexto Piso y Tierra Adentro.

Además, en la librería funciona la que probablemente sea la única biblioteca pública en el centro histórico de Querétaro que opera al márgen de las autoridades. Se trata de un espacio autogestivo donde por 300 pesos al semestre adquieres el derecho de sacar por lo menos dos libros durante un período de un mes.

La librería Submarino organiza además talleres, encuentros y presentaciones que se realizan en el enorme y frondoso jardín que hay al fondo de la casona. Algunos de los autores y autoras que han presentado sus obras aquí son Ismael Velásquez, Martha Mega, Mónica Nepote, Román Luján, Alejandro Espinoza (Premio Nacional de Cuento Julio Torri 2019), Yolanda Segura y Anaclara Muro.

Por cuenta de la librería también ha corrido la organización de algunos conciertos de música experimental, así como muestras de arte digital en la que han participado artistas destacados a nivel nacional como es el caso del colectivo Broken English.

El Hacklab es el tercer elemento que integra la Santísima Trinidad de la CCC. Se trata de un espacio horizontal donde se trabajan cuestiones de seguridad, privacidad de datos, derechos digitales y tecnopolítica. También se organizan hackatones y eventos centrados en el software y la cultura libre. Se prevé que, en el corto plazo, el espacio brinde a la comunidad talleres de programación y electrónica básica.

Para poder continuar con todas estas actividades y concretar además algunos proyectos nuevos, como una sala de grabación desde la que está planeado trabajar en podcasts y talleres permanentes para niños y niñas en cuestiones como creación literaria y arte, la Central de Cultura Compartida está realizando una campaña de recolección de fondos por medio de la plataforma Kickstarter.

Quienes deseen colaborar pueden ingresar a este enlace y realizar su donación de manera confidencial y electrónica, contribuyendo así para perpetuar la cultura autónoma, independiente y autogestiva en la ciudad de Querétaro.

“Los centros culturales independientes son lugares necesarios en la ciudad, pues nos ayudan a reapropiarnos de los espacios y marcar nuestra propia agenda cultural, así como darle reflectores a las cosas que consideramos importantes, para no depender tanto de la agenda marcada por las instituciones públicas y políticas. Qusiera que las personas creyeran en este proyecto y que lejos de ser solo un centro cultural en el centro histórico, se convierta en un punto de encuentro y de partida para la creación de ideas que nos permitan imaginar nuevas sociedades desde la cultura“, enfatizó Joselo Montes, director de la Librería Subamrino.

 


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