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Tiroteo en Torreón: un llamado a la prevención en Querétaro

Por Carmen Galván - 23/01/2020

Tras los hechos ocurridos en Torreón, en Querétaro se han implementado diversas estrategias que tienen por objetivo evitar una tragedia de este tipo

 Tiroteo en Torreón: un llamado a la prevención en Querétaro

Foto: Especial

Pese a que Torreón y Querétaro tienen más diferencias que similitudes, los recientes hechos de violencia ocurridos en un colegio de la demarcación norteña han puesto sobre la mesa que la entidad queretana no ha estado exenta de casos de agresión que involucran a menores de edad, escuelas y armas

En el caso de Torreón, Coahuila, ocurrido el pasado 10 enero, un menor de 11 años desató una balacera en el Colegio Cervantes dejando como saldo dos muertos y seis heridos.

Tras los hechos se investigaron las posibles razones que llevaron al menor a cometer dicho crimen, así como hasta donde llegaba la responsabilidad tanto de las familias como de las autoridades para evitar casos como éstos.

En Querétaro, aunque los casos no han tenido un desenlace funesto, sí han generado preocupación, sobre todo entre padres de familia y autoridades. A continuación se hace un recuentos de los principales incidentes que se han presentado en el estado.

Juguetes, armas y amenazas

En octubre de 2017, en Querétaro, un menor de edad llevó una pistola a la escuela primaria Julio Aguilar en el municipio de Pedro Escobedo, con la que amenazó a una de sus compañeras.

Ante el hecho, la Unidad de Servicios Para la Educación Básica en el Estado de Querétaro (USEBEQ) inició una investigación, tras la cual se determinó que se trataba de una arma de balines, es decir, un arma de juguete.

Un año después, en noviembre de 2018, se dio a conocer que una menor de 12 años llevó una arma a la escuela primaria “16 de septiembre”, ubicada en avenida de la Luz, en la capital queretana, donde a la hora del recreo amenazó con dispararle a una decena de sus compañeros.

Los niños asustados alertaron a las maestras, quienes lograron tomar posesión del arma después  de que la niña accediera; tanto la menor como su tutor fueron citados ante la Fiscalía General del Estado de Querétaro.

Ese mismo mes, la USEBEQ reconoció cinco casos en donde los alumnos estaban involucrados con la portación de armas. Enrique de Echávarri Lary, titular de la dependencia, explicó que en uno de los casos se trató de una arma de juguete, en otro la arma no era funcional y en un tercero, el arma era de diábolos.

En los dos casos restantes, el problema solo quedó en amenazas, pues la Policía Cibernética identificó a los potenciales agresores y evitó el ingreso de las armas a las escuelas.

Durante el 2019, la dependencia registró dos casos relacionados con armas y alumnos: Echávarri Lary explicó que en un caso se trató de una pistola de plástico que llevó un menor a su escuela, mientras que, en el segundo caso, se trato del reporte de un hallazgo de una arma en una institución, la cual estaba en desuso y sin carga.

Bullying: una bomba de tiempo

Aunque no ha sido confirmado por las autoridades, una teoría circula por las redes sociales: el niño que realizó el tiroteo en Torreón era víctima de bullying por parte de sus compañeros, lo que habría sido un detonante para llevar a cabo el ataque en su colegio.

En ese sentido, un caso de acoso escolar en Querétaro también atrajo los reflectores de los medios y la sociedad queretana en marzo de 2019, cuando padres de familia de la escuela primaria Vicente Guerrero impidieron la jornada laboral, tras señalar que un menor de ocho años realizaba agresiones físicas y acoso sexual en contra de sus compañeros.

En el caso intervino la USEBEQ, quién señaló que personal de convivencia escolar acudiría a la institución para atender al niño y a los compañeros de grupo, pues no podían reubicar al menor debido a un amparo que había ganado la madre, que impedía que lo transfirieran de escuela. Sin embargo, la inconformidad continuó, por lo que la mamá finalmente decidió cambiarlo de escuela.

Pese a esto, en septiembre de 2019 el niño fue nuevamente reubicado, pues padres de familia de la escuela primaria Reforma C.N.O.P., a donde había sido transferido, exigieron que el menor fuera cambiado de escuela, debido a que también en esta escuela había actos de acoso en contra de sus compañeros y compañeras.

En los primeros dos casos hubo la intervención de docentes y elementos de las corporaciones de seguridad y de la Fiscalía General del Estado, en donde principalmente se buscaba verificar la autenticidad del arma. En el tercer caso intervino personal de convivencia escolar, así como psicólogos de USEBEQ.

Ante la amenaza, prevención

Después de los hechos de Torreón, Enrique de Echávarri indicó que la dependencia ya ha implementado desde hace tres meses el operativo mochila en escuelas de la entidad, en donde de manera aleatoria han intervenido en 15 escuelas del estado.

Enfatizó que aplicar el Operativo Mochila de manera diaria es inviable porque no cuentan con todo el personal capacitado, además de que lo realizan en coordinación con la Defensoría de los Derechos Humanos (DDHQ).

Agregó que cuentan con distintos protocolos preventivos para ofrecer a los estudiantes y los padres de familia como pláticas de autoestima, pláticas de manejo de emociones, de convivencia escolar y atención psicológica.

De acuerdo con datos de la USEBEQ, la dependencia cuenta con tres líneas de acción para prevenir casos de violencia en las escuelas que son desarrollo humano y prevención, convivencia escolar, didáctica y transversalidad.

En la primera han brindando herramientas para la sana convivencia mediante la promoción de valores en donde durante 2019 atendieron 2 mil 119 docentes, 15 mil 646 padres de familia y 28 mil 214 estudiantes de educación básica.

En el rubro de convivencia escolar, con un enfoque preventivo, en 2019 atendieron mil 231 escuelas; mientras que en la línea de acción de didáctica y transversalidad de manera preventiva capacitaron a 2 mil 128 docentes.

Por último, Echávarri Lary consideró que el tema implica un trabajo multidisciplinario, que incluye a los padres de familia, que no se resolverá con solo la revisión de las mochilas.

“¿Qué ofrecemos? todos estos programas de autoestima, de manejo de emociones, de convivencia escolar, estamos ofreciendo desde al año pasado atención psicológica (…) creo que es un trabajo multidisciplinario que no nada más se resuelve con la revisión de las mochilas”, puntualizó.


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