Ciudades compactas: ¿Querétaro podría convertirse en el nuevo Hong Kong?
Como Hong Kong, al parecer Querétaro está llamado a olvidar un poco su tradicionalismo y voltear la vista al ordenamiento territorial, a través de políticas públicas de urbanismo
La generación de espacios inteligentes, el fomento a la vida en sociedad y el acercamiento a los servicios básicos son solo algunas características de las ciudades compactas, un modelo metropolitano que ya tomó carta de naturalización en varias urbes del mundo y que es urgente que en México ocurra lo mismo.
Uno de los rasgos actuales de las ciudades difusas o dispersas es la segregación de sus habitantes, con servicios alejados y crecimiento de la mancha urbana hacia las zonas ejidales, lo cual implica una situación cada vez más insostenible para los gobiernos locales.
Esa tendencia a la dispersión urbana lleva a la pérdida del patrimonio de los espacios agrícolas, una seria afectación al espectro comercial, carencia y a la vez ausencia de servicios básicos, verdaderas “bardas” para la movilidad y quizás lo más importante, la pérdida de cohesión social.
Melbourne, Toyama, Vancouver y Hong Kong son solo algunos ejemplos de ciudades compactas, aquellas urbes que hoy en día reportan una población de millones de habitantes, que viven en un mundo vertical, con los servicios básicos a la mano, un modelo de movilidad urbana eficiente y una cohesión social a toda prueba, todo ello con pleno respeto al entorno natural.
“Más jóven que Shangai, sofisticada, cuando Hong Kong es mujer; se mantiene autónoma resaltando sus líneas, sujetando su bolso plateado bajo un manto gris… Hong Kong, una mujer de contraste, seductora, el viajero desaparece abrazado por el laberinto, hasta el amanecer ella encantadora, conservadora, una romántica a escondidas. Hong Kong mantiene mi eterna fascinación”, describe una reconocida marca de ropa a la ciudad china con más de siete millones de habitantes distribuidos en ocho mil edificios, 16 por ciento de ellos, rascacielos.
El periodista Andrés Ortiz refiere que Hong Kong fue una comunidad de pescadores, que a principios del siglo XIX se transformó en un puerto de intercambio comercial con el imperio británico y al experimentar su crecimiento bajo un modelo capitalista (por ser colonia inglesa), su auge económico fue inédito.
“Hoy Hong Kong proyecta una imagen de ciudad vertical moderna, densa, compacta, preocupada por la sustentabilida, rica y poderosa”, asegura Ortiz en su artículo Hong Kong, ciudad compacta y vertical.
Como Hong Kong, una comunidad que debió dejar atrás las milenarias tradiciones espirituales chinas y aprovechar las oportunidades económicas y comerciales que le brindaba su propio crecimiento urbano, al parecer Querétaro está llamado a olvidar un poco su tradicionalismo y voltear la vista al ordenamiento territorial, a través de políticas públicas de urbanismo.
Según la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) del gobierno federal, ocho de cada 10 mexicanos viven en ciudades y 60 por ciento de la población nacional habita en zonas metropolitanas.
Ello obliga a hacer a un lado las tradiciones y los pensamientos del siglo pasado e instaurar, urgentemente desde los tres niveles de gobierno, políticas con visión de ciudades compactas.