Concesiones, un tema a revisión si la nueva administración municipal quiere hacer de Querétaro un lugar mejor para vivir
Luis Bernardo Nava Guerrero rindió protesta como presidente municipal de Querétaro, y con ello heredó todas las acciones y decisiones que su antecesor, Marcos Aguilar Vega, tomó durante sus tres años de administración.
El pasado 1 de octubre Luis Bernardo Nava Guerrero rindió protesta como presidente municipal de Querétaro, y con ello heredó todas las acciones y decisiones que su antecesor, Marcos Aguilar Vega, tomó durante sus tres años de administración.
Entre estas se encuentran las varias concesiones de servicios públicos que el exalcalde otorgó, y que dejaron en la ciudadanía un sabor de boca agridulce y mucha incertidumbre. Apenas asumió el cargo, Nava Guerrero aseguró que se tomaría el tiempo de analizar cada concesión otorgada en el pasado trienio mediante una comisión de transparencia independiente al municipio.
La historia de las concesiones inició en noviembre del 2015, cuando Aguilar Vega confirmó que se colocarían parquímetros en la capital queretana, pues esto le daría movilidad al Centro Histórico de la entidad y brindaría mayor organización vehicular para quienes decidieran visitar en automóvil esta zona.
Pese a haberse otorgado la concesión de estos, así como del servicio de bicicletas compartidas, y haberse anunciado en varias ocasiones su implementación, ambos proyectos fueron posteriormente cancelados por incumplimiento de contrato por parte de la empresa que se haría cargo, Aquiles Park.
A pesar de esta situación, el proyecto de las bicicletas compartidas logró salir a flote y le dio a esta concesión un lado positivo al cual mirar, pues desde su implementación los ciudadanos han incorporado esta forma de movilidad y, de alguna manera, han contribuido a la disminución del tránsito en la ciudad. Los parquímetros, sin embargo, aún quedan como un tema pendiente para la actual administración; bien se sabe que fue una medida rechazada tanto por comerciantes del Centro Histórico como por quienes ahí residen.
Otra concesión significativa que se dio durante el periodo de Marcos Aguilar fue la de la recolección y traslado de residuos sólidos, la cual defendió bajo el argumento de un ahorro de 165 millones de pesos, a costa de la reducción de personal que se encargaba de dejar limpias las calles del primer cuadro de la ciudad. Aún con los ahorros que supuestamente trajeron esos cambios, las críticas al nuevo sistema de recolección no se hicieron esperar; ejemplo de ello fue el despido de los trabajadores que se manifestaron en contra de la decisión. Pero la concesión no tuvo marcha atrás.
Esta problemática les dio entrada a los excandidatos a la alcaldía para generar, durante las campañas, una propuesta en común que consistía en revocar lo que parecía haber provocado que Querétaro ya no se encontrara entre las ciudades más limpias del país. No obstante, esta concesión otorgó también a la empresa Red Ambiental el manejo del relleno sanitario.
Finalmente Aguilar Vega dejó en la cuerda floja el futuro de las paradas de transporte público ‘tipo Dubái’ las cuales, afirmó durante la promoción y construcción de las mismas, se encontrarían concesionadas para que tuvieran un mantenimiento oportuno.
Pero justo antes de dejar el Ayuntamiento de Querétaro, informó que no se podían concretar dichas concesiones y que el gobierno municipal no tenía los recursos para mantenerlas en condiciones óptimas, por lo que las estructuras quedarían a la espera de encontrar la forma de dar el servicio que supuestamente tendrían que dar.
Ahora que empieza la nueva administración, Luis Nava tiene varias tareas pendientes que atender. Tareas que, sin importar qué tan bien o mal fueron ejecutadas su antecesor, deben tener un seguimiento y cumplir con las promesas que incluían revisar cada concesión del municipio para darle a los queretanos, “un lugar mejor para vivir”.