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Pasión y fervor por la Virgen de Guadalupe: tradición histórica en el templo de La Congregación

Por Staff Códice Informativo - 12/12/2017

“Flores, lleve sus flores para la virgencita”, es el grito que se escucha antes de llegar al Templo de la Congregación, sitio en el que miles de queretanos se dieron cita para celebrar las festividades de la Virgen de Guadalupe

 Pasión y fervor por la Virgen de Guadalupe: tradición histórica en el templo de La Congregación

Foto: C. Hernández

“Flores, lleve sus flores para la virgencita”, es el grito que se escucha antes de llegar al templo de La Congregación, sitio en el que miles de queretanos se dieron cita para celebrar las festividades de la Virgen de Guadalupe.

Aunque en el ambiente predomina el olor a guajolotes, enchiladas y gorditas, proveniente de los puestos que se colocaron afuera del recinto, la mayoría de los visitantes no se detiene, y decide seguir su camino al templo.

La mayoría de la gente acude con veladoras, cuadros, flores y hasta vestuarios representativos para honrar a quien llaman “la Morenita del Tepeyac”.

En el atrio, a medida de sus posibilidades la gente se acumula para ingresar, o al menos escuchar la liturgia. Hay quienes no pueden accesar, y prefieren permanecer al exterior, ya que no existe una rampa o acceso para sillas de ruedas que permita el paso a las personas con discapacidad.

Desde las 5 de la mañana comenzaron las misas, espacio en los que la gente aprovecha para depositar sus ofrendas, agradecer, “pagar mandas” y venerar a la Virgen. No existe un mínimo o un máximo de edad entre los visitantes, y aunque el espacio es reducido, en el “desfile”, todos acuden con fe.

Entre cánticos, murmullos y rezos, la misa finaliza para dar paso a otra, y a regañadientes, algunas personas hacen caso a las instrucciones del sacerdote, quien indicó que la salida sería por uno de los costados, para no dificultar el ingresos del resto de los feligreses. Izquierda salida, derecha entrada, así lo definen algunos.

Lento, pero seguro es el movimiento en las escaleras exteriores, espacio que funge como la sala de espera para muchos de los ansiosos visitantes. Al interior, banderas de todo el mundo adornan el lugar, sin embargo, la de México es la que sobresale, pues adorna el altar y envuelve a la Virgen de Guadalupe con sus colores.

La temperatura al interior es mayor, y característico olor del incienso lo que recibe a los devotos, que de pie o de rodillas, visitan a la Guadalupana.


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