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Casetas de vigilancia privada en colonias: ¿Seguridad pública concesionada a particulares?

Por Staff Códice Informativo - 11/04/2017

“La seguridad pública es una función a cargo de la Federación, las entidades federativas y los Municipios, que comprende la prevención de los delitos; la investigación y persecución para hacerla efectiva…”: Artículo 21 de la Constitución Mexicana

 Casetas de vigilancia privada en colonias: ¿Seguridad pública concesionada a particulares?

Foto: Archivo

Aunque estaba prohibido, tener un fraccionamiento o colonia cerrado y vigilado por casetas de seguridad privada se convirtió en una tendencia en las principales ciudades del estado de Querétaro; con mayor énfasis en la zona metropolitana de la capital, como respuesta a la incidencia de robos a casas, que creció en los últimos años.

Incluso, vendedores de viviendas ofrecen esa condición de seguridad como un plus para sus clientes.

Y con ello, la imagen urbana cambió. De las colonias abiertas Querétaro pasó a tener colonias y más fraccionamientos con rejas, plumas de acceso y vigilantes que exigen una identificación para aquella persona que quiera transitar por ellas, sin que la ley lo autorizara.

En enero de 2017, el alcalde de Querétaro, Marcos Aguilar, anunció que su administración presentaría una iniciativa de reforma del Código Urbano para que sea el municipio el que autorice y dé el visto bueno de los controles de acceso en los fraccionamientos. Lo anterior, en reacción a la petición de asociaciones de colonos.

Señaló que en total hay 387 fraccionamientos en la ciudad de Querétaro y con la iniciativa se pretendía beneficiar a por lo menos 121 que ya fueron entregados al municipio.

“En 54 de estos fraccionamientos se instalaron de forma ilegal, irregular, los controles de acceso, las llamadas plumas, en esta administración no se ha autorizado, ni aprobado la instalación de alguno nuevo, en razón de que el código urbano lo prohíbe, sin embargo ante las condiciones de seguridad que vive el municipio proponemos, el modificar el código urbano y se autorice el que podamos emitir los vistos buenos de estos controles de acceso”, dijo a principios de 2017, Marcos Aguilar.

Esa iniciativa que modificó los artículos 178 y 180 del Código Urbano fue aprobada el pasado jueves 6 de abril en el pleno del Congreso de Querétaro, con 13 votos a favor del PAN, la oposición votó en contra.

Y en ella se precisa que es un instrumento legal que resuelva la problemática actual que se vive en el estado de Querétaro, sin que implique la limitación, impedimento o condicionante para el acceso a los fraccionamientos a cualquier persona, autoridad administrativa o judicial de la federación, del estado o del municipio.

Los municipios darán a las asociaciones de colonos que lo soliciten la posibilidad de obtener un permiso o una licencia municipal para establecer controles de acceso e instalación de casetas de vigilancia, a fin de reducir la incidencia de delitos como el robo a casa, lo cual en la práctica ya ocurre, pero sin contar con una reglamentación que deberá hacer cada ayuntamiento.

Incidencia delictiva

¿Pero cuáles son las condiciones de seguridad que vive Querétaro y qué motivó esta necesidad de regular el uso de seguridad privada en los fraccionamientos y colonias?

En 2016, se presentaron 3 mil 282 denuncias ante el Ministerio Público por el delito de robo a casa en el estado de Querétaro, de las cuales 114 fueron con violencia. Ese fue el año en que entró en operación el nuevo sistema penal acusatorio en la totalidad de la entidad, lo que a decir de las autoridades, provocó un mayor número de denuncias.

Un año antes, en 2015, el número total de denuncias presentadas por ese delito en la entidad fue de 2 mil 417, de las cuales 103 fueron con violencia.

Para 2014, la cifra de denuncias por robo a casa fue de 2 mil 331; y 75 de ellas fueron con violencia.

Lo anterior muestra una tendencia a la alza de denuncias por robo a casa habitación con y sin violencia en el estado de Querétaro, de acuerdo con las cifras obtenidas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Entre 2014 y 2015 las denuncias por ese delito aumentaron poco más de 3.6 por ciento, mientras que entre 2015 y 2016 subieron más de 35 por ciento.

En ese tenor, en diciembre de 2016 el 35.4 por ciento de las personas de 18 años o más que viven en la capital queretana manifestaron sentirse inseguros en su casa, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).

Este estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), ubica a la casa como el lugar donde menos insegura se siente la población queretana, de una lista de 12 espacios o puntos.

No obstante, la encuesta reporta que sí se ha presentado un cambio en los hábitos de residentes en la ciudad de Querétaro por temor a la delincuencia en las inmediaciones de su vivienda.

La misma ENSU menciona que el 61.7 por ciento de los encuestados ya no permite que los menores salgan de su vivienda, mientras que el 58.7 cambió el hábito de caminar por la noche en los alrededores de su casa.

Al cuestionar a los encuestados su percepción del desempeño de las autoridades, el 57 por ciento calificó como poco o nada efectiva a la policía municipal de Querétaro en diciembre de 2016, mientras que, a la policía estatal, el porcentaje de población que la calificó como poco o nada efectiva fue de 46.4 por ciento, según la encuesta del Inegi.

Sobre este tema, el diputado Antonio Zapata, integrante de la Comisión de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Comunicaciones de la Legislatura local reconoció que los números son “fríos y contundentes” y con base en ello surge la percepción de mejorar la seguridad; lo que derivó en que un grupo de ciudadanos pidieran al alcalde de Querétaro, Marcos Aguilar, que les autorizara casetas de vigilancia.

“No hay incapacidad en nuestra entidad, pero sí tenemos un enorme crecimiento en el número de viviendas, de personas que vienen de otras entidades y que vienen huyendo de la delincuencia, de la violencia y que dicen: Oye, aquí puedo poner una caseta, vamos a pedirle a los vecinos que la pongamos para evitar robos, asaltos y violencia”, señaló en entrevista con Códice Informativo.

¿Cómo funcionaría la instalación de Casetas de vigilancia en las colonias?

Esta normatividad sólo regirá a los fraccionamientos y colonias y no a las zonas habitaciones establecidas bajo el régimen de condominios, como los clusters cerrados que se ubican dentro de los mismos fraccionamientos.

Al respecto, el diputado panista, Antonio Zapata, explicó que se permitirá la colocación de plumas cuando no se afecten la conexión con otras vialidades externas a la colonia, por lo que descartó que eso ocurra en zonas como Carretas o en el Centro Histórico.

Aseguró que la medida de poner acceso diferenciados no será discriminatoria ni provoca distinción social.

Y que una vez que se publique en la Sombra de Arteaga, los municipios deberán elaborar un reglamento en el que se detallen los aspectos que regularán el uso de las casetas de vigilancia.

Los riesgos

Para el doctor en Derecho, José Carlos Rojano Esquivel, la reforma que regulará la instalación de casetas y plumas de acceso en las colonias traerá varias interrogantes en torno a la libertad de tránsito, la discriminación, la competencia municipal para regular este servicio; pero principalmente ¿con qué facultad le va a solicitar un privado a un ciudadano que se identifique?

“El municipio tiene que brindar los servicios públicos de las calles y en este caso está restringiendo el acceso y el tránsito a través de estos controles a cargos de particulares. Yo creo que sí estamos fuera de la norma”, subrayó el profesor jubilado de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

El especialista también cuestionó si con las casetas de vigilancia se crean situaciones de privilegio y a la vez de discriminación.

“Nos quejamos de los muros, y aquí estamos llevando plumas, casetas o como se llamen”, expresó el catedrático de la UAQ en entrevista con Códice Informativo.

Rojano Esquivel mencionó que en caso de que ocurra un ilícito al interior de la colonia o fraccionamiento vigilado por una empresa de seguridad privada, ¿qué responsabilidad tendrá la misma?

“Autorizamos las casetas y ocurren ilícitos por ahí, ¿a quién le vamos a echar la culpa, a quien dejó de prestar el servicio público de seguridad o a la gente que presta los servicios de seguridad privada?, inclusive para efectos de una responsabilidad extracontractual de orden civil, pues pueden ser corresponsables los que presten estos servicios de seguridad particular”, detalló.

Señaló que para el residente de un fraccionamiento que sufre un delito sí será positivo tener mayor vigilancia privada, pero aquí se pone el interés personal por encima del colectivo.

Otro factor preocupante, dijo, es la aplicación de controles de seguridad en la entrada de colonias es el uso de los datos personales que son recopilados por elementos de empresas privadas.

Nombre, dirección y tipo de vehículo, así como la fotografía a la identificación son parte de los procedimientos que diariamente se le realizan a miles de automovilistas a la entrada de fraccionamientos ubicados en Querétaro.

Y hasta ahora muy poco se sabe del paradero de toda esa información, que incluso, podría ser usada en contra de la misma seguridad del propietario del vehículo en cuestión.

Al respecto, el diputado Zapata reconoció que ese tema no deja de ser interesante e incluso preocupante.

“Primero tiene que estar perfectamente aclarado en el reglamento correspondiente qué tipo de información es la que se obtiene. Normalmente lo que ven de la credencial es que tu seas la misma persona que quiere ingresar. Obviamente la información no debe ser proporcionada a ningún ente”, refirió.

Sin embargo, el legislador opinó que la identificación de placas en las casetas de vigilancia podría ser benéfica si se contara con un sistema en el que todas las casetas estuvieran enlazadas con el sistema de seguridad pública.

“Tu reportas el robo de un automóvil y difundes las placas. Esta información se distribuye a todas las patrullas y a todas las casetas. Imagínate a un vigilante que dijera: a este fraccionamiento acaba de entrar este condominio con estas placas”, mencionó.

No obstante, eso en la realidad aún no existe, pero sí se lleva a cabo una recopilación de datos personales por custodios de empresas particulares, de los cuales se desconoce sus antecedentes.

Pedro, el vigilante

Pedro desconoce las discusiones legislativas y en la opinión pública sobre la participación de la seguridad privada en la vigilancia de las colonias. Sin embargo, él vive para eso y de ello.

Él es vigilante en una colonia de Juriquilla, en una de las zonas de la capital queretana con mayor exclusividad y plusvalía. En específico en la parte que él trabaja no existen casetas de seguridad, para no afectar el tránsito entre vialidades. Su tarea se concentra en hacer rondines en un vehículo, propiedad de la asociación de colonos.

“Nosotros lo que hacemos es evitar al máximo que ocurran robos o incidentes en los domicilios. Si hay alguna alarma, estamos conectados con varias empresas de alarma. Nos avisan dónde está, vamos para ver que no haya una chapa forzada. Nos comunicamos con guardia municipal para que ya vengan y den fe de los hechos; y poder ingresar”, explicó en entrevista con Códice Informativo.

Aclaró que él no puede portar armas de fuego ni chaleco antibalas; y únicamente utiliza un tolete para hacer frente a cualquier situación, lo que lo pone en desventaja frente a delincuentes que anden armados.

“Por eso, nosotros al estar frente a una situación de gravedad, que no nos ha pasado ahorita, únicamente debemos llegar al lugar e informar a la policía para que ellos sean los que acudan y vean la situación, porque a nosotros nos rebasa”, comentó.

Pedro tiene 47 años y anteriormente había trabajado en seguridad pública y privada. Actualmente su horario es de 24 por 24 horas, y señaló que el salario promedio de los vigilantes de seguridad privada es de 5 mil 200 pesos mensuales. Por ahora, es el único en su turno encargado de la vigilancia de alrededor de unas mil casas, según contó a Códice Informativo.

“Ahorita estamos 24 por 24, porque falta una persona que no ha sido contratada, pero en sí los turnos son de 12 por 24”, añadió.

La empresa que lo contrató le brinda seguridad social, y le exigió una carta de antecedentes no penales, entre otros requisitos. Afirma que al ingresar se le dio capacitación de seguridad intramuros, para saber qué puede hacer y qué no.

“En situaciones donde veamos que está en riesgo la vida, es donde no podemos intervenir, en la persecución de un vehículo, eso no nos compete (…) Nosotros no podemos hacer una revisión, a menos que haya una persona que nos señale que vio algo o sufrió algo de parte de una persona, entonces ya sería cuestión de hablar y que nos permita, pero en sí no podemos detener personas para hacer revisión”, explicó.

En colonias aledañas a la que vigila Pedro, también en Juriquilla, existen casetas de seguridad en los accesos. Ahí, una persona uniformada anota únicamente el número de las placas de los vehículos que ingresan, sin siquiera preguntarles la dirección a la que acuden.

La vigilancia está, pero es prácticamente inútil, lo que puede incentivar la presencia de delincuentes.

Así pues, con ese heterogéneo panorama de la seguridad en las colonias de Querétaro, se presenta un nuevo marco legal, a petición del municipio capitalino, a fin de reducir los niveles de inseguridad desde la prevención y la colaboración de la ciudadanía.

Sin embargo, pese a que las empresas de seguridad privada operan ya desde hace varios años en el resguardo de zonas habitacionales en Querétaro, las cifras de la incidencia de robos a casa no han disminuido.


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