Un vecindario para creativos
La Jabonera es un espacio que reúne a profesionales de diferentes áreas creativas
El barrio de San Sebastián, históricamente conocido como ‘La Otra Banda’, pues fue ahí, al otro lado del río, donde pararon los indígenas otomíes que habitaban el centro del valle de Nda-Maxei cuando se vieron desplazados por la llegada de los primeros colonizadores españoles a lo que sería Querétaro, es una zona del Centro Histórico de esta ciudad que en años recientes ha cobrado un protagonismo cultural que llama la atención de cada vez más gente.
Si bien la zona no se caracteriza por recibir a las multitudes de turistas que normalmente se aglutinan en puntos como la Plaza de Armas o el Jardín Guerrero, el barrio de San Sebastián preserva un encanto que cautiva igualmente a los nostálgicos del Querétaro antiguo, que a las nuevas generaciones ávidas de vivir en una ciudad cada vez más cosmopolita. Murales de arte urbano, edificios pintados de colores brillantes y la Antigua Estación del Ferrocarril, que desde hace años funge como recinto para albergar exposiciones, conferencias, talleres y obras de teatro, entre otras actividades, contrastan con fonditas, antiguas papelerías y cantinas; la expresión artística tiene lugar en un barrio con costumbres centenarias que se rehusan a morir.
En medio de esta efervescencia cultural está La Jabonera, un lugar que se autodefine como espacio creativo y que está albergado, curiosamente, en las instalaciones de una vieja fábrica de jabones que, antes de que Mara y Mónica Montañés, hermanas, diseñadoras gráficas y socias, llegaran con su equipo a instalarse, había permanecido 40 años en el total abandono. Aunque hace apenas tres años que están en esta locación, La Jabonera lleva 15 trabajando en soluciones gráficas, diseño industrial y diseño estratégico para numerosas empresas como Kellogg’s, Productos Pennsylvania, Bticino y Hasbro, entre otras.
«Empezamos como muchos, con un despacho que hicimos saliendo de la carrera, pero ahora vemos que el diseño ya da para más, no es solo la parte estética, sino que el diseño puede resolver temas estratégicos de las empresas con todo lo que es el pensamiento de diseño» explicó Mara en una visita que Codicegrafía hizo al espacio «nuestra misión es simplificar la vida de los clientes a través de la solución de problemas por medio de una alternativa creativa».
Además del despacho de diseño, La Jabonera es una especie de vecindad de creativos en la que conviven otras siete empresas dedicadas, desde diferentes perspectivas, a las soluciones creativas. «La búsqueda ha sido de despachos o gente afín a este rollo creativo, que tenga, de alguna manera, la creatividad en la profesión o en el oficio, ese es nuestro único filtro para escoger a los inquilinos».
Mara aseguró que, como casera de esta comunidad de industrias especializadas, se siente muy entusiasmada de poder compartir la energía positiva que se imprime en cada cuestión resuelta a partir de la creatividad. Mientras que para Mónica el sueño, o uno de muchos, de La Jabonera es poder tener un impacto más allá de sus puertas, «nuestro sueño va hacia afuera, que se pudiera hacer un corredor cultural artístico, de diseño, creativo en todas las áreas. Que creemos que a Querétaro le hace falta […] conocemos a muchos diseñadores pero estamos todos desperdigados».
Con la llegada de La Jabonera al barrio, los vecinos de San Sebastián han podido redescubrir un edificio histórico que, durante décadas, mantuvo sus puertas cerradas y dio lugar a mitos y leyendas. A lo largo de estos tres años, los creativos que gestionan el lugar han procurado integrarse a la colonia, «tenemos vecinos muy talentosos que te comparten, que te abren las puertas […] es una comunidad de gente que lleva muchos años viviendo aquí», apuntó Mónica.
El sentido de comunidad que las hermanas Montañés buscan entablar con sus vecinos fuera de La Jabonera, así como con el resto de la comunidad de diseñadores de Querétaro, la han conseguido instaurar al interior de la misma; los siete inquilinos (para este reportaje únicamente se pudo entrevistar a seis) que tienen sus despachos en la ‘vecindad’ también están felices de formar parte de este pequeño clúster creativo.
Paulo Villagrán
Este ilustrador y artista gráfico trabajó en varios despachos de diseño antes de montar uno propio, con el cual ya lleva 8 años, y asegura sentirse privilegiado de poder hacer de su pasatiempo predilecto, la ilustración, su trabajo. Además de trabajar recurrentemente para marcas, restaurantes y festivales, Paulo se dedica a dar conferencias y talleres, pues le interesa ser un influenciador de los jóvenes talentos creativos. Como parte de La Jabonera, Paulo ha podido compartir con sus ‘vecinos’ ideas, proyectos e incluso clientes, todo con la intención de sumar.
Ivo Ezeta
El trabajo que realiza Ivo Ezeta, junto con su colaboradora Lupita Villagómez, es un vínculo tecnológico entre los negocios y el diseño. Se dedican a diseñar sistemas de software intuitivos, centrados en el usuario y en consideración de las verdaderas necesidades que presente el cliente según su rubro. Al despacho le interesan cuestiones complejas; actualmente desarrollan software para hospitales y software para mercadotecnia. Establecer conexiones y generar vínculos con colegas es el principal beneficio que este equipo ve en estar dentro de La Jabonera.
Clara Mijares
Clara es dueña de Florklor & Co., un lugar especializado en floristería que realiza todo tipo de arreglos florales, desde regalos de ocasión hasta eventos. Su propósito es utilizar especies de plantas, materiales y desarrollar conceptos decorativos diferentes a los que comúnmente se ven en este tipo de negocios, así como hacer de la floristería una ramificación del diseño. Como parte de La Jabonera, Florklor & Co. aporta a este mundo de diseño uno de los aspectos más importantes: la belleza de la naturaleza.
Andrés Mondragón y Ricardo Solís
Andrés y Ricardo encabezan Darma, un estudio dedicado a la producción de contenidos audiovisuales, de comunicación, tanto interna como externa, para empresas y marcas, así como a la realización vídeos institucionales, catálogos y comerciales, entre otros productos. En este despacho también está The Foodporn Studio, que ofrece los servicios mencionados pero enfocados a comida o empresas relacionadas con alimentos. Darma es el despacho con los creativos más jóvenes de La Jabonera, aseguran que siempre son los últimos en irse, por lo que los conocen como ‘los veladores’.
Felipe Martínez
A principios de 2016, luego de 42 años de trabajar como ingeniero de minas, Felioe se retiró para dedicarse de tiempo completo a su pasatiempo: la pintura. Hace óleos, acuarelas y técnicas mixtas con texturas, incluso fabrica sus propios lienzos. El taller de La Jabonera le fue traspasado por su tía, la pintora Nieves Moreno, quien este año también se retiró. Su intención, además de aportar la parte artística a la comunidad, es impartir talleres de manualidades como la cerámica.
Pedro Narváez y Emma López
Este matrimonio es dueño del despacho AVA Animation & Visual Arts, dedicado al video mapping, técnica que aprendieron en Medio Oriente cuando esta aún no se popularizaba en México. A lo largo de seis años de colaboración profesional, la pareja ha participado en numerosos festivales internacionales, asimismo han realizado obras que se han proyectado en monumentos locales como la iglesia de Santa Rosa de Viterbo, en el Centro Histórico de Querétaro. Pedro y Emma son los nuevos inquilinos de La Jabonera, se instalaron apenas el noviembre pasado.