Pasión y compromiso, indispensables para bajar de peso

Fin de año es la fecha perfecta para comenzar con la lista de propósitos, entre los cuales destaca bajar de peso. Sin embargo, diciembre es la época en la que los gimnasios lucen tristes, pocos son los que mantienen una actitud entusiasta después de varios meses ejercitándose, pues con el 12 de diciembre arranca el ya conocido “maratón Guadalupe-Reyes”.

No es hasta que este periodo de festividades termina que todos, sin excepción, recordamos aquella lista en la que el primer lugar lo ocupa bajar de peso yendo al gimnasio.

Pero ir al gimnasio no es cualquier cosa, se requiere de pasión y compromiso con el ejercicio, así piensan Carlos Hernández quien desde hace dos años acude al gimnasio y Hugo León Arredondo, fundador de un gimnasio con más de 25 años de antigüedad en la zona norte de la ciudad.

Carlos Hernández es mecánico. Después de 10 años sin hacer ejercicio probó varias maneras para bajar de peso pues alcanzó a pesar 96 kilos, algo que a simple vista le desagradaba; después de dos años de esfuerzo y dedicación, de acudir de tres a cuatro horas y media de lunes a sábado al gym, logró bajar 25 kilos.

Pero no sólo se trata de hacer ejercicio, tríceps, bíceps, espalda, pecho o pierna, sino de tener una dieta balanceada, no consumir nada de grasas y no tener ningún vicio: tomar o fumar no es nada benéfico en el ejercicio; Carlos, llueva, truene o relampaguee siempre está en el gimnasio pues se ha vuelto una rutina que no desea perder.

“Yo casi no fallo aquí, siempre vengo esté lloviendo, sin carro, como a nosotros sí nos gusta de corazón esto, sea día festivo, o lo que sea, siempre venimos, y hay gente que solo viene un rato, pagan la mensualidad, vienen una semana y ya no vuelven y después dejan que pase el tiempo y eso no sirve de nada, tienen que ser constantes aquí, aparte te debe gustar de corazón”, dijo.

Hugo León Arredondo es fundador de un gimnasio ubicado en la zona norte de la capital queretana, por él ha visto pasar gente comprometida y apasionada con el deporte, y también gente que sólo acude una semana arrancando el año o que se mantiene los primeros tres meses del año y después no vuelve.

El tiempo es el peor enemigo, pues la gente trabaja y cuando concluye la jornada laboral sólo desean descansar, reconoce León Arredondo; sin embargo, para él, que lleva más de 23 años compitiendo como fisicoculturista querer es poder. Además, para ello es importante contar con instructores certificados y, lo más importante, excelentes promociones y costos adecuados con el servicio que se brinda. El costo en su gym es de 325 pesos mensuales.

Hacer ejercicio, cuenta, no es sencillo, se requiere, además de compromiso, contar con un acondicionamiento físico elevado, por eso, dice, es mejor comenzar desde joven y no cuando “el doctor te obliga a hacerlo” pues es ahí cuando el ejercicio se hace por obligación y no por convicción. Incluso, agrega, es importante conocer el cuerpo y las capacidades de cada persona.

“No es fácil, es algo complicado. Hay gente que viene lesionada, entonces debes saber de qué, hay gente que trae problemas, un brazo más chico, una pierna más chica, todo eso tú lo tienes que ver para saber qué le vas a poner, eso depende de cada instructor. Venir a hacer pesas todos los decimos, pero ya venir como una calidad de vida para verte y sentirte mejor es diferente. Mucha gente dice que el gimnasio es lo mejor y no es así, se requiere de pasión”, mencionó.

Los gimnasios, en su mayoría, abren a las 6:00 y cierran a las 22:00 horas; el ejercicio, cuenta, requiere acompañamiento de una alimentación balanceada. Incluso, los ejercicios que cada instructor prepara van acordes con la actividad que se realiza, hay rutinas para quien juega basquetbol o futbol, también las hay para aquél que nunca ha hecho ejercicio.

Hugo León lleva 23 años compitiendo como fisicoculturista, se prepara desde ocho meses antes de la competencia, ya sea estatal o nacional, y no sólo se trata de entrenamiento, sino de una buena alimentación para lograr su objetivo que es ganar.