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El Tejocote: entre urbanización a medias y obras inconclusas

Por Staff Códice Informativo - 19/12/2016

Entre otras necesidades, también hace falta el reforzamiento de la seguridad.

 El Tejocote: entre urbanización a medias y obras inconclusas

Enclavada en el valle que une los municipios de Colón y Tequisquiapan, se encuentra la comunidad de El Tejocote. Para llegar en automóvil a este punto hay que tomar la carretera a Bernal y, a la altura del kilómetro 35, la desviación a Urecho, Colón. De ahí, hacer un recorrido de 25 minutos por terracería y segmentos de empedrado. O bien, si es en transporte público, tomar, de la central camionera, un autobús que sale un par de veces al día a esta localidad. Otra opción es llegar a Tequisquiapan y trasbordar a un camión que para también en El Tejocote.

En sus alrededores hay por lo menos unas diez granjas avícolas donde laboran algunos de los habitantes de la localidad, aunque la gran mayoría se dedican a la construcción. Para ir a trabajar a las obras que se realizan en la zona metropolitana del estado, deben madrugar y tomar el primer autobús que sale a las 6:00 de la mañana.

En esta población del municipio de Tequisquiapan, en la que viven unos mil 500 habitantes aproximadamente, se puede apreciar que las calles están, en su mayoría, urbanizadas y con empedrado, asimismo hay agua y energía eléctrica en prácticamente todo el poblado. En general se percibe un panorama de tranquilidad que solo las comunidades apartadas del ruido de las ciudades pueden ofrecer.

En la localidad la calles son accesibles, la mayoría son caminos de concreto ahogado en mortero. También se aprecian registros de drenaje y alcantarillado, sin embargo ninguno está en servicio, a pesar de que los trabajos para instalar estos servicios ya habían comenzado.

Alejandro Aguilar es oriundo de esta comunidad y contó a Códice Informativo la situación que se vive en esta zona. «Estos registros que se ven no llevan nada, porque no están habilitados. La obra no se acabó y todos seguimos usando las fosas sépticas de las casas. Hemos pedido a presidente (municipal) Orihuela que nos apoye, pero aún no hay respuesta. Esperamos que ahora si se termine, porque es costoso el que venga la pipa a drenar las fosas y es un gasto que ya no deberíamos hacer», apuntó.

A la entrada de El Tejocote se encuentra un módulo de policía abandonado, y aunque la pintura se conserva bien, los cristales de las ventanas en la fachada están rotos, lo cual es reflejo de la escasa presencia policial en la zona, muy necesaria durante los fines de semana cuando se presentan incidencias de riñas. A Graciela, también habitante de esta demarcación, le preocupa de que se reúnan jóvenes en la vía pública a ingerir bebidas alcohólicas e iniciar pleitos, además de amedrentar a los lugareños. «Cada fin de semana tenemos que estar al pendiente porque se juntan los vagos a tomar y comienzan a molestar a la gente, sobre todo a las muchachas. Luego se pelean y la policía tarda horas en llegar. Queremos que se haga algo», enfatizó.

Mientras ocurren estas problemáticas, la comunidad espera una respuesta por parte de las autoridades locales en la solución de sus necesidades.


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