La marcha no le gustaba porque se burlaban de ella, señaló Lupita González

La atleta mexicana, María Guadalupe González, nació el 9 de enero de 1989 en la Ciudad de México y se ha convertido en la medallista de plata de la marcha de los 20 kilómetros en Río 2016; algo irónico y que quizá ella nunca hubiera imaginado, pues cuando era pequeña detestaba la disciplina que ahora le dio el metal argento.

En cuanto a los deportes, la mexiquense, oriunda de Tlalnepantla, siempre se decantó antes que nada por el boxeo. Incluso llegó a una final del torneo Guantes de Oro, pero su complexión delgada y una pegada con poco poder la orillaron a dejarlo.

Pero Lupita no se dio por vencida, pues su idea siempre fue representar a México en el boxeo de unos Juegos Olímpicos, pero al no ver un futuro claro eligió las pruebas de velocidad. Inspirada en Ana Guevara comenzó a entrenar después de clases para competir en los 400 metros planos.

Después González sufrió una lesión en la rodilla que la alejó de su sueño, ya que los médicos casi la condenaron en el atletismo, pero un especialista, durante las terapias, le dio como opción la caminata para fortalecer los músculos y fue allí donde encontró sus mejores resultados en la pista.

Ella odiaba la marcha antes de dedicarse a ésta, porque se burlaban de ella, acción que la ruborizaba, ya que le incomodaba que la vieran mover la cadera de un lado para otro; prefería correr maratones; sin embargo, con el paso del tiempo comenzó a destacarse en la prueba de atletismo, ganando varias preseas, en las que se destacan el oro de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y la plata en el Mundial de Atletismo de Roma 2016.