Bolt… ¡Amo y señor!

Pareció una noche consagrada a Usain Bolt. El hombre más rápido del mundo no lo fue plenamente anoche en el Estadio Olímpico de Río de Janeiro, pero si lo suficiente para con una marca de 9.91 y ante los estentóreos gritos de “¡Bolt, Bolt, Bolt!” con una trastabillante salida tuvo luego una impresionante aceleración para rebasar a Justin Gatlin y coronarse por tercera vez consecutiva Campeón Olímpico de los 100 metros planos.

El público se emocionó con todas las pruebas de la noche que incluyeron la final de los 400 metros planos donde el sudafricano Wayde Van Niekerk pulverizó el rércord mundial que estaba vigente desde 1999 en Sevilla y en poder de Michael Johnson, pero las dos veces que hizo su aparición en la pista de tartán del escenario, Bolt arrebató la atención, a pesar de los esfuerzos del anunciador de hacer “presentes” en la pista a los otros 8 finalistas de los 100 metros.

El ahora pentacampeón olímpico ganó sin mayores problemas su heat semifinal a pesar de la presencia del canadiense André de Grasse que se llevó al final de cuentas el bronce, y en punto de  las 22:28 tiempo de Río, 20:28 tiempo del Centro de México, inició la búsqueda de la histórica tercera victoria que le permitiera rebasar lo realizado por otro histórico, Carl Lewis, quien ganó dos medallas consecutivas en esta prueba en Los Angeles 1984 y Seúl 1988.

Pero unos segundos antes, en la presentación de los protagonistas, Bolt se llevó dos ensordecedoras ovaciones, una cuando fue anunciado y salió del pasillo de los vestidores y otra cuando fue presentado en la pista “Dos veces campeón olímpico, representando a Jamaica… Usain Bolt”… Y el estadio se cayó en pedazos…

No recuerdo haber visto una idolatría de este tamaño a un atleta de corte internacional fuera de su casa. Pero Bolt polarizó la atención…

Y se hizo el silencio…

Al sonar el disparo de salida, Justin Glatlin salió como demonio, el canadiense De Grasse lo escoltaba y media zancada atrás, Bolt, en los primeros 30 metros el norteamericano Bromell, el sudafricano Simbine, y Gatlín tomaron una mínima ventaja, pero con una fuerza mecánica de brutal explosión, Bolt avanzó y en los 50 metros ya sólo estaba centímetros atrás de Gatlín, a partir de ese momento fue un duelo de dos.

Gatlín posaba la pierna izquierda siempre ante que Bolt, parecía ventaja, pero a 20 metros del final Bolt sacó toda su potencia, rebasó al norteamericano por media zancada, antes de atravesar la línea de los números ya era una zancada completa y como siempre, como es él, se dio el lujo de disminuir el ritmo, ¿para qué esforzarse más? Ya era suficiente, Gatlín no le robaría la victoria ni la gloria… Atravesó la línea de meta como gacela graciosamente escapando por el bosque, ante la desesperada mirada de sus demás competidores, nuevamente, espectadores de su grandeza…