“El éxito se trabaja, pero también hay un poco de suerte”: El Potro

Ya no hay tiempo para modificar nada, lo que tenía que haberse hecho y se hizo ya no puede cambiarse. Raúl Gutiérrez, director técnico de la Selección Nacional Olímpica nos recibió en exclusiva en la concentración del Tri en la Angelópolis previo al duelo con Argentina. El entrenador campeón del mundo Sub-17 en México 2011, sigue viendo como un privilegio estar al frente del equipo nacional en Río.

“Es una aspiración, es parte de un proceso, yo no quiero ser tricampeón mundial sub-17, quiero ser campeón mundial sub-17 y luego sub-20 y seguir el camino y una evolución y ahora tengo el privilegio de dirigir al equipo olímpico, y hay que entender que esto tiene un valor especial, vamos a estar entre la elite del deporte mundial”.

Cuestionado directamente sobre el trabajo realizado, sobre los refuerzos con los que contará para el torneo olímpico, amplía su visión y da crédito a sus 18 elementos. “En este equipo sí cuento con un campeón Olímpico que es Oribe Peralta, y eso pesa, y que él haya querido venir nuevamente es muy importante, es un ejemplo que pesa. Pero también Talavera y Torres Nilo, son jugadores que tienen una presencia que influye en el grupo, son jugadores exitosos, pero también tengo a otros 15 jugadores campeones mundiales, campeones de Concacaf, campeones con sus equipos, subcampeones panamericanos, se dice fácil, tal vez entre ellos mismos ya no sea tan fácil impresionarlos, pero están mentalizados que los Juegos Olímpicos son un evento muy diferente”.

Raúl Gutiérrez deja atrás la polémica y lejos de quejarse de falta de apoyo, expresa su gratitud a los equipos de la primera división. Al hablar de las generaciones del cambio, generaciones que él mismo comenzó con la Selección de Mejía Barón en 1993, señala que el proceso ha sido largo, sinuoso y nada sencillo en general, pero al final de cuentas, se ha dado.

“Tienes razón cuando me dices que las cosas no son como antes, hay un antes y un después en el futbol mexicano, pero muchas personas y muchas voluntades se juntaron para que esto pasara. Esto viene de la voluntad de los jugadores y los que ya no quisimos ser los de “caímos con la cara al sol, se creó una ola positiva y eso se ha expandido. Pero si los equipos del futbol mexicano no hubieran apostado por el proyecto de las fuerzas básicas, no habría resultados. Hoy, o al menos desde el 2011, hay bases y fundamentos documentados de porque el futbol mexicano es exitoso, se sabe que se hizo y como se hizo. Los equipos han participado apoyando un proyecto, porque sí tenemos un proyecto, ya no es obra de la casualidad. Y si a eso le agregas que los futbolistas jóvenes vienen en el proceso después de haber sido triunfadores en sus equipos, en otras selecciones con límite de edad, el resultado está a la vista. Hoy México tiene un lugar en el mundo del futbol”.

Luego, el tema de la identidad, Gutiérrez fue seleccionado nacional, le tocó escuchar y sentir el himno nacional, estuvo en la Copa América, y la Copa del Mundo de Estados Unidos… No es difícil tocarle las fibras íntimas que reflejan su elevado sentido patriótico y el orgullo que le ha significado, primero, estar en la cancha con el uniforme nacional y luego, encabezar a varios grupos de jóvenes talentos mexicanos, algo que descubro cuando veo que le brillan los ojos intensamente “Es una emoción que no es fácil expresar, llevar el uniforme, escuchar el himno fuera, bueno escucharlo en México, te hace entender muchas cosas y te hace sentirte tan orgulloso. Ser seleccionado nacional es un honor, un honor que hay que transmitir a estos muchachos, y a los que vienen. Porque ellos son los que ahora son el ejemplo, son muy jóvenes, pero ya en las calles los detienen y les piden un autógrafo y una foto, y les dicen que quieren ser como ellos. Pero eso solo se logra con trabajo, con dedicación…”

Reconoce Raúl Gutiérrez que la misión no es sencilla, repetir la medalla de oro es parte de un sueño, de una ilusión, de una meta por conseguir. “nosotros hemos trabajado con todas las herramientas a nuestro alcance, y claro que soñamos con repetir la medalla de hace 4 años, de una generación triunfadora, con estar a la altura de esos campeones olímpicos de Londres. Hoy no estamos en condiciones de decir si se ganará una medalla o no, ese es el objetivo, nos preparamos para eso, pero hay una serie de circunstancias que están fuera del control del un equipo. Se gana y se pierde, así es el deporte, no basta con que te prepares a conciencia, que hagas un gran esfuerzo, a veces las circunstancias juegan…”

Al desearle éxito, en vez de suerte, sonríe, y me dice, “siempre es padre que te deseen éxito, pero yo siempre he pensado que también hay un poco de suerte, y tengo muchos ejemplos que darte, pero lo tomó con la conciencia de que se trata de un acto de apoyo, de simpatía, de buenos deseos y ¿sabes que? Esos no estorban nunca… Sí, la suerte y éxito van un poquito tomados de la mano…”.