Fundación Michou y Mau I.A.P. llega a Querétaro
La Fundación Michou y Mau I.A.P. ha logrado una alianza con las familias queretanas Oleszcovski y Palacios para sumar voluntades y fortalecer una campaña de difusión en los 18 municipios del estado de Querétaro, con el objetivo de orientar y prevenir sobre las situaciones que pueden propiciar quemaduras infantiles severas en el hogar
Virgina Sendel de Lemaitre, presidenta e iniciadora de la Fundación Michou y Mau I.A.P., comentó que en esta alianza encontró razones tan semejantes entre las familias Palacios y Oleszcovski, que supo desde el primer instante que la entidad podría ser un lugar con terreno fértil para implementar un mecanismo de apoyo y evitar quemaduras en el hogar.
«Nos mueven los mismos motivos, nos mueven las mismas ganas, nos mueve el haber tenido lo desastroso que es ver que una persona que queremos está quemada y eso nos va llevar a que en algún momento los niños de Querétaro aprendan a no quemarse y eso lo vamos a lograr a través de la campaña que vamos a poder llevar a cabo», explicó sobre la llegada de los servicios de la fundación a la entidad.
La semejanza que existe entre ambas familias y la historia de la fundadora, es que en sus vidas han tenido el infortunio de perder a seres queridos por quemaduras severas. Basta recordar aquel percance ocurrido en junio de 2013 un campo de golf de la capital de San Luis Potosí, cuando un helicóptero se desplomó. En la aeronave se trasladaban Manuel Palacios Alcocer y José Oleszcovski Wasserteil, así como su hijo Jaime Oleszcovski Nutt, este último fue el único que no perdió la vida tras el impacto e intentaron rehabilitarlo en Michou y Mau I.A.P., sin embargo, no soportó las quemaduras y murió, así lo compartió Jessica Oleszcovski, hija y hermana, respectivamente, de los fallecidos.
«De no haber sido por su apoyo no le hubiéramos podido dar a Jaime la unida oportunidad que tenía de sobrevivir, en este mundo Dios sabe por qué hace las cosas y sé que están orgullos de todos ustedes que nos acompañan hoy aquí, desgraciadamente no es hasta que uno vive una tragedia que nos damos cuenta de las carencias que tiene nuestro país y las necesidades que hay de ayudarlo»
Con lágrimas en el rostro y su voz entrecortada, la empresaria recordó con cariño a sus seres queridos que perdieron la vida como consecuencia de ese fatal accidente y apuntó que fue precisamente eso lo que la motivó a sumarse a los esfuerzos de esta organización, pues quiere comenzar un proyecto que permita salvar la vida de muchos niños quemados.
A lo largo de 18 años la fundación ha apoyado mediante orientación, difusión y atención médica especializada para que los niños y jóvenes víctimas de quemaduras no mueran por falta de una correcta atención y, además, continúen con sus tratamientos médicos hasta su rehabilitación física y emocional. Actualmente atienden a ocho mil menores con secuelas de quemaduras severas, a través de las ocho unidades que brindan atención médica especializada en diferentes partes del país, sin embargo, cuando la víctima se encuentra sumamente delicada, es trasladada al hospital de Galveston, en Texas.
La presidenta explicó que el hospital cubre todos los gastos médicos y atenciones de la víctima quemada hasta los 21 años de edad, lo cual es sumamente valioso para la familia del afectado, pues atender como se debe a una niña o niño quemado puede costar hasta 300 mil pesos diarios, por todos los especialistas que deben estar pendientes de su estado de salud.
En Querétaro confían en que podrán contar con una nueva unidad de atención para quemados e incluso, con apoyo de las autoridades estatales adaptar de dos a ochos cuartos aislados en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer de la capital del estado, para convertirlo en un centro regional donde podrían atenderse los menores quemados de los estados circunvecinos.
«Querétaro podría convertirse en un centro regional, que cada estado de los que están cerca de Querétaro mantuvieran una parte de ese hospital y aquí se le diera atención a los quemados de los estados que están alrededor, yo creo que esa es la importancia que puede tener Querétaro en determinado momento, para convertirse en un centro realmente de atención», de acuerdo con la fundadora.
Virginia Sendel reveló que en la entidad se contabilizan en promedio hasta 30 niños quemados por mes y se estima que únicamente dos o tres podrían enfrentar lesiones severas o secuelas importantes, aunque refirió que la estadística es muy fluctuante debido a que las familias no siempre reportan las quemaduras de niños en el hogar.
«Resulta que en atención a los niños tenemos reportados que hemos trasladado 23 niños de Querétaro, eso quiere decir que se quemó un niño y un cachito de otro niño al año, eso es absolutamente imposible, ni en el lugar más civilizado sucede eso, lo que pasa es que no se reportaban o nos lo reportaban»
Y es que el 90 por ciento de las quemaduras infantiles severas se presentan en el hogar, principalmente en aquellos que están ubicados en áreas rurales, con menos educación y escasos ingresos económicos, por lo que es a donde quieren llegar a través de información y atención médica para prevenir consecuencias que sean lamentables.