El camino de Luis Selem
Mientras Querétaro batalla en la consolidación de una agenda cultural profesionalizada, la obra de de este artista plástico queretano incursiona en un proceso de internacionalización de primer nivel
Frascos de perfume, objetos decorativos, zapatos, botellas y más, todos envueltos en hojas de periódico o de revistas, se acomodan en los rincones del estudio de Luis Selem. Son sus modelos o, como él afirma, «la parte intelectual del trabajo». Hace seis años que el pintor comenzó esta serie que hasta hoy ha producido entre 150 y 200 piezas, sin embargo es una fuente de inspiración a la que aún le queda mucho por ser explotada.
«La idea surge de un recuerdo de infancia. Yo llevo como treinta y tantas mudanzas desde que tengo consciencia, me acuerdo que mi mamá me dijo ‘ya llegaron los de la mudanza, ten el periódico y envuelve tus objetos que más quieras para que no se vayan a romper en las cajas’. Y de eso se trata la serie, de envolver tus objetos más preciados para preservar los sentimientos que tú plasmas en ellos», relató en entrevista con Codicegrafía.
La obra de Selem, lejos de ser motivo de lucha social o de tener otras inclinaciones, ha buscado siempre ofrecer la visión individual que el artista tiene del mundo, de su estilo de vida, siempre cambiante y en movimiento. La propia pintura le ha dictado un camino artístico, «puede sonar un poco loco, pero la pintura habla y sí hay que saber escucharla cuando te dicta un camino. Así surgió esta serie».
Luis Selem estudió la licenciatura en Arquitectura en Cuernavaca y después cursó la de Artes Plásticas en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro, además de un diplomado en Florencia, Italia, donde aprendió la técnica de pintura barroca. Aunque comenzó a pintar a los 8 años y ya tenía exposiciones individuales en su haber cuando aún era estudiante de preparatoria, para Selem fueron fundamentales las enseñanzas académicas que le permitieron consolidar un estilo y un lenguaje pictórico establecido.
«La arquitectura me dio muchas bases para lo que pinto ahorita, muchos conocimientos de perspectiva, de volumen y de iluminación, compongo mucho a través de la luz. Es muy importante estudiar, conozco a muchos pintores que no han estudiado una licenciatura, que son más autodidactas, y si les hacen falta esos conocimientos de cómo hacer tu lenguaje, cómo construir un estilo, conocer tus materiales. Eso te lo da obviamente la escuela».
Su estilo es resultado innegable de su formación, y fue precisamente esta la que pavimentó el camino a las exposiciones en el exterior. A un año de egresado, la serie de iconografía católica con la que presentó su tesis formó parte de una exposición colectiva de artistas latinoamericanos en Nueva York; las pinturas de Selem fueron la imagen de la muestra a nivel internacional. Después siguieron Lima, Bogotá, Seúl, Houston, Caracas y Buenos Aires, en la lista de destinos a los que su obra llegó, en parte también gracias a la intercesión de la Galería Alfredo Ginocchio en la Ciudad de México, la cual ha representado a artistas latinos desde hace casi tres décadas, y que desde hace 3 años y medio lo representa a él.
«Te das cuenta del choque cultural, de cómo los artistas de allá y los de aquí no coincidimos en muchas cosas. En Seúl, por ejemplo, están acostumbrados a las cosas más tecnológicas y se sorprenden de que yo todo lo hago con pinceles, me preguntaban cómo era posible que todavía trabajara con pinceles y óleos. Es padre porque te enriqueces, te das cuenta de cómo piensa la gente en otros lugares del mundo» explicó sobre su experiencia internacional.
La gente, el lugar, pero sobre todo el clima (los climas secos son ideales para pintar óleos), fueron las razones que llevaron a Selem a elegir Querétaro como lugar para el desarrollo de su labor artística. Querétaro es su ciudad y a donde va lo predica. Desde aquí trabaja, pero sus exposiciones no ocurren aquí porque, en su experiencia, la ciudad no brinda las herramientas necesarias para dar a conocer una obra. La consecuencia de eso es un éxodo de artistas locales que tienen que buscar oportunidades fuera y, una vez que se consagran en el exterior, entonces sí son convocados por la escena cultural queretana.
«Es feo, porque alguien más te apoyó afuera, tú sufriste para conseguir espacios en una ciudad que ni es tuya, en donde nadie te conoce, y cuando lo logras y ya haces algo entonces si dice Querétaro ‘ven y haz una exposición aquí’, es incongruente», dijo Selem sobre la situación que enfrentan los artistas locales. Para él, un adecuado auspicio del arte local provocaría el estrechamiento de relaciones entre los actores necesarios; estudiantes, artistas, museos, galerías y autoridades, para consolidad una comunidad artística profesionalizada.
«Yo siento que Querétaro está en el punto en el que estuvo Oaxaca hace unos 5 años, donde hay mucha efervescencia de arte, de artistas, de lenguajes y expresiones, pero todavía Querétaro no ha dado el salto para poder apoyar todo esto que está sucediendo. De repente en Querétaro no hay muchos espacios, o los hay pero se los otorgan al amigo de la amiga de la tía que pinta» es el diagnóstico del artista sobre la situación que se vive en la ciudad.
Son precisamente la falta de espacios, de agenda cultural y la mala administración pública los aspectos que, en su opinión, merman el auge artístico que Querétaro podría alcanzar, si se toman en consideración la actividad artística, las propuestas y los movimientos que han tenido los creadores locales en esta época. Para él, la solución sería una reacción adecuada por parte de las autoridades culturales, también lo serían la puesta en marcha de proyectos que supuestamente están programados para esta administración, entre estos la inauguración de un museo de arte contemporáneo y la creación de una feria internacional de arte.
De cumplirse estas condiciones, Querétaro destacaría en el mapa como una ciudad en la que se gesta arte importante. Por lo pronto, nueve pinturas de Luis Selem viajarán el mes próximo a Bogotá para formar parte de la feria de arte contemporáneo ArtBo; en diciembre, otras nueve se exhibirán en Art Miami. Entre un evento y otro, el pintor espera poder encontrar un lugar en los espacios queretanos para exponer un trabajo que ya es solicitado a nivel internacional.