“Llámenme como siempre: seguiré siendo Pancho”
De la calma al éxtasis: la Plaza de Armas y el nuevo gabinete.
Frente al Palacio de Gobierno, la Plaza de Armas se hizo pública para recibir a Pancho Domínguez en su primer evento oficial como gobernador del estado de Querétaro
Reinaba la calma, una fotografía distinta a la que se gestaba en el Teatro de la República, de donde había partido tras rendir protesta como gobernador constitucional.
El ostento político del recinto histórico para recibir a Francisco Domínguez Servién, distaba mucho de la cotidianidad ciudadana de la Plaza de Armas.
El escenario, eso sí, majestuoso. Un templete revestido de madera mostraba una treintena de sillas vacías; detrás, dos pantallas gigantes, un par de muros revestidos de vegetación verde y en medio, el escudo de Querétaro, simbólicamente labrado sobre una estructura transparente, tras la cual corría agua. De fondo, la puerta del Palacio de Gobierno.
En las pantallas, la imagen de Francisco Domínguez arribando al Teatro de la República empezó a llamar la atención de los transeúntes, quienes comenzaron a ocupar las primeras sillas. La mañana avanzaba mientras, a unas calles, las cabecillas del PAN a nivel nacional arropaban al nuevo gobernador de Querétaro.
Especial interés tiene ahora la entidad al convertirse en el primer gobierno que tras ser panista y perderse, volvió a manos del blanquiazul.
El ambiente ciudadano crecía mientras los grupos de siempre, pero armados con pancartas con señales de apoyo, se apostaban a las afueras de escenario. De repente, la afluencia era tanta que ya era necesario pararse sobre la calle si la intención era seguir el evento por venir.
Del Teatro de la República, Francisco Domínguez caminó hacia la Plaza de Armas. Antes, desde la sesión solemne de la LVIII Legislatura, comenzó a prender los ánimos en la Plaza de Armas: a partir de hoy, desaparece RedQ.
Aplausos, gritos y vítores pusieron el ánimo en la plaza; en las pantallas, en primer plano, Domínguez Servién sonreía, y atrás, desenfocado, Jorge López Portillo bajaba la mirada… por última vez.
El trayecto entre el teatro y la plaza fue largo. Mientras tanto, al templete comenzaron a subir los personajes quienes, a partir de este jueves 1 de octubre, formarán parte del gabinete del estado de Querétaro. Algunos conocidos, otros no tanto, ya tenían rato rondando la plaza.
Los hermanos Juan Martín y Juan Marcos Granados Torres, Alfredo Botello, Marco del Prete, Manuel Alcocer, José Luis Aguilera Rico, Raquel Jiménez, Alejandro Delgado Oscoy, Germán Borja, solo por mencionar a algunos, comenzaron a ocupar sus lugares.
Con el ánimo a tope, comenzaron los aplausos. La concurrencia, atiborrada por la cantidad de personas, no podían ver lo sé sucedía. Todos pensaban que se trataba del gobernador, sin embargo, en realidad eran Diego Fernández de Cevallos y Margarita Zavala, quienes conducían la llegada de Francisco Domínguez.
Los aplausos se extendieron cuando a la plaza llego el gobernador. Ya no electo. El constitucional. Domínguez Servién saludó, como en campaña, a parte de los presentes. Subió al escenario y rápidamente se dispuso en los micrófonos para su mensaje.
El de esta mañana fue su primer evento oficial como gobernador del estado. Así lo hizo sentir. Con un pose similar a la del candidato, pero con un porte más cercano al de un gobernador, Francisco Domínguez pidió que se le llamara, como siempre, Pancho.
Así que Pancho arrancó. Un discurso muy similar, aunque en versión reducida y mas coloquial, al de la sesión solemne. Los puntos álgidos, los mismos: transparencia, rendición de cuentas, cambio, futuro, esperanza. Y por supuesto RedQ. Una vez el público estalló.
Tras el mensaje resumido, vino lo que todos esperaban: el gabinete. Algunos nombres ya eran conocidos, otros resultaron sorprendentes, y en otros más, la sorpresa no fue tanto su presencia en el gabinete, y no en qué secretaría.
El primer nombre comenzó la sorpresa. Luis Bernardo Nava Guerrero. Imprescindible para Pancho, su excoordinador de campaña ahora será jefe de la oficina de la gubernatura, lo que aparenta ser una súper secretaría que tendrá a su cargo coordinar a todas las demás, incluyendo, al parecer, la de Gobierno, en donde se confirmó la presencia de Juan Martín Granados Torres. A unos pasos, otro Granados Torres, Juan Marcos, fue designado como titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
Alfredo Botello está, lo cual era de esperarse, pero sorprendió más dónde. Es secretario de Educación, mientras Raúl Iturralde, que también está, es coordinador de asesores. Pareciera que alguien cambió los papeles. Pero no.
José Luis Aguilera Rico también sorprendió, pues no sólo está, sino que además superó las expectativas. Ya no es el joven de antes, por lo que la Secretaría de la Juventud no era opción, y al parecer, el Indereq le quedaba ciertamente corto políticamente. Será titular de la nada despreciable Secretaría del Trabajo.
La sorpresa de la tarde, no solo por el hecho, sino por la reacción de los presentes, fue la de la nueva Secretaría de Desarrollo Social. Será el joven Agustín Dorantes, quien sin duda después de Pancho, fue el más aplaudido de la mañana.
Y finalmente, entre los tapados, hay uno que probablemente tiene hoy en sus manos la papa más caliente de todas. En el Instituto Queretano del Transporte (IQT), será Alejandro Delgado Oscoy el encargado de ejecutar la pena de muerte a RedQ. Un perfil más político que técnico tendrá para sí el reto más difícil de todos.
Ya con gabinete, Pancho Domínguez cerró el telón. “Querétaro está en nosotros” es el nuevo eslogan de gobierno, y su jingle comenzó a sonar mientras la nueva camarilla de funcionarios bajaron del estrado a saludar, celebrar, abrazar y felicitar. A partir de este viernes, la exigencia será máxima. Así lo prometió el gobernador.
“Nada más me chiflan y me avisan”, sugirió Pancho a los presentes, para advertirle si algún secretario está fallando en su cargo. Así lo haremos. Ojalá que no haya la necesidad de chiflar.
