Ejidatarios de Rancho Largo, en Tequisquiapan, se manifiestan nuevamente contra regidor Gustavo Pérez Rojano
Exigen a la autoridad estatal una solución al conflicto que enfrentan desde hace tres generaciones por la posesión de las tierras del predio de Rancho Largo, Tequisquiapan
Fernando Cruz Rodríguez, ejidatario de Rancho Largo, exigió a la autoridad estatal una solución al conflicto que enfrentan desde hace tres generaciones por la posesión de las tierras del predio de Rancho Largo, Tequisquiapan, pues aseguró que a pesar de haber demostrado que ellos son dueños de las tierras nadie les hace caso y las agresiones, por parte del regidor panista Gustavo Pérez Rojano, continúan.
“Tratamos que nos den solución para seguir en paz porque siempre nos está agrediendo el regidor Gustavo Pérez Rojano, según él tiene escrituras del 2002, pero nosotros ya le presentamos todas las pruebas fehacientes de la resolución de Lázaro Cárdenas, el testamento de su abuela y la escritura de Rancho Largo y lo que él compró”, aseguró.
Durante una manifestación realizada en el Jardín de la Corregidora, mencionó que el regidor acude al predio donde habitan algunas personas, y otras más siembran y tienen animales, y los agrede con perros de pelea, así como los guardaespaldas, por lo que manifestó que están cansados de esta situación y exigió solución inmediata.
En entrevista informó que han presentado denuncias ante el Tribunal Agrario, el Tribunal Superior de Justicia del estado de Querétaro y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sin embargo no han tenido respuesta de ello.
Son alrededor de 70 ejidatarios los involucrados quienes desde el pasado 2014 han mantenido enfrentamientos con el regidor panista.
Recordó que cuando se construyó el pozo sin permiso de los ejidatarios se registró un connato de bronca de donde varias personas resultaron lesionadas, por lo que precisó que de no tener solución usarán las armas como acto de defensa y no de ataque.
El conflicto se ha alargado desde hace tres generaciones, y es que los ejidatarios aseguran recibieron las tierras de manos del propio Lázaro Cárdenas, gracias a una resolución presidencial firmada el 11 de febrero de 1935.
La misma se ejecutó el 14 de agosto de 1943, pero días antes, la abuela del regidor tequisquiapense compró el casco de la ex hacienda San Nicolás al afectado por el decreto expropiatorio. De allí, y hasta ahora, el conflicto no ha encontrado resolución.