×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




De simple invitado, al invitado incómodo

Por Staff Códice Informativo - 09/06/2015

En su primera participación de México en la Copa América, se convirtió en la sorpresa en Ecuador 93, al llegar hasta la final ante Argentina

 De simple invitado, al invitado incómodo

 

 

A nivel selección, México no participaba en una competencia oficial desde el Mundial de 1986, de donde fue anfitrión, gracias a que en 1988 el futbol mexicano fue suspendido por la FIFA por dos años de toda actividad por el llamado caso de los “cachirules” (elementos que rebasaban la edad permitida en una eliminatoria mundialista a nivel juvenil celebrada en Guatemala y que lograron calificar al Mundial de Arabia Saudita en el 89).

AME CUP PATINO
Así, el balompié nacional no fue a los Juegos Olímpicos de Seúl 88, ni al Mundial Juvenil y mucho menos se participó en las eliminatorias rumbo al Mundial Italia 90 y con ello se perdió una camada de buenos futbolistas; se truncó la continuidad en la dirección técnica, pero sobre todo Hugo Sánchez no iba a ver acción estando en su mejor momento con el Real Madrid.
Después del Mundial de Italia hubo cambios en la Federación Mexicana de Futbol.
El castigo por dos años, así como el pago por los derechos de transmisión a los equipos y a la Selección Mexicana, fueron los detonantes para que los destinos del futbol mexicano estuvieran ahora en manos de otros dirigentes.
Con la llegada de Francisco Ibarra y Emilio Maurer a la Federación Mexicana de Futbol se iniciaron las negociaciones con la Confederación Sudamericana de Futbol para que México pudiese participar en la Copa América.

PIOJO
También hubo negociaciones con Concacaf. Jack Warner y Chuck Blaizer, los jerarcas de la zona, dijeron que sí, que iría el campeón de la Copa de Oro a celebrarse en Estados Unidos en 1991. Manuel Lapuente fue designado entrenador. Y ¡oh sorpresa!, se perdió con EU en semifinales y con ello la posibilidad de ir a la Copa América.
Sin embargo, Ibarra y Maurer fueron hasta Chile, donde se llevaba a cabo la Copa América del 91 y hablaron con Nicolás Leoz, el mandamás de la CONMEBOL. Lo convencieron y a toda la gente de Sudamérica (dicen que con relojes de por medio) para que México fuera, no como campeón, pero si como invitado… que no se iban a arrepentir.
Y así fue, México fue invitado (junto con Estados Unidos) a participar en la Edición XXXVI de la Copa América de Ecuador en 1993.
Después de la salida de Lapuente, se nombró a César Luis Menotti, Director Técnico de TRI y con ello se logró un cambio de mentalidad en el futbolista; “el flaco” convenció a los jugadores que podrían ser tan buenos o mejores como los europeos o sudamericanos, que lo intentaran.
Pero el poder es el poder y quienes lo perdieron, querían recuperarlo a como diera lugar. Había que quitar de en medio a Ibarra y Maurer, pues venían las eliminatorias mundialistas, la Copa América, la Copa de Oro y el Mundial; el negocio eran las transmisiones, no el crecimiento del futbol. A finales del 92 se orquesta un “Golpe de Estado” en la FMF y el primero en salir fue Maurer, después Ibarra y por lealtad Menotti se va al final.

Copa-America
En diciembre, se nombra a Miguel Mejía Barón, como responsable del Tri. En el 93 venía la segunda etapa de las eliminatorias rumbo a Estados Unidos 94, sería un hexagonal a visita recíproca y sólo había una plaza disponible, además se tenía el compromiso de la Copa América de Ecuador y la Copa de Oro, en México.
Mejía Barón, en ese momento era entrenador del Monterrey, venía de tener grandes campañas con Pumas y de haber sido campeón en el 91 con un futbol dinámico, frontal, agresivo, vistoso que gustó a propios y extraños. La cantera una vez más daba resultados, se convirtió en la base de ese grupo.
Miguel no cambió de guión, aplicó la lógica y como el mismo lo dijo: “yo tomé el coche que dejó caminando César Luis Menotti”. Y funcionó. Respetó el trabajo realizado por el sudamericano y llamó a su gente de confianza, a sus “Pumas”, para encarar los compromisos del 93.
Se calificó al Mundial en el último partido en Toronto contra la selección canadiense; con goles de Hugo Sánchez y otro de Francisco el “Abuelo” Cruz, casi al final del encuentro, puso a México en la Copa del Mundo del 94. Después de ocho años el Tricolor volvió a un Campeonato Mundial.
Pero todavía faltaban más páginas que escribir en ese verano del 93.
Se partió a Sudamérica en medio de una “amenaza-negociación” por parte de los directivos en turno. Los jugadores de esa selección se unieron y apoyados por el cuerpo técnico, dijeron que no iban a la Copa América, sino se suspendía el draft de jugadores, pues lo consideraban denigrante. Fueron horas de tensión. Y después de negociar se acordó que la Selección iba a Ecuador. (PRIMERA PARTE)


Otras notas



De nuestra red editorial