Usar grabaciones como recurso de campaña es síntoma de temor: Gil Zuarth
El senador del PAN respondió así a la difusión de una llamada telefónica en la que habrían participado Francisco Domínguez y Carlos Mendoza Davis
Utilizar las grabaciones de llamadas telefónicas como recurso de campaña es un síntoma de temor y nerviosismo por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aseguró Roberto Gil Zuarth, senador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN).
En entrevista, refirió que grabar una llamada telefónica es una acción ilícita en cualquiera que sea el caso, tanto así, que hasta Emilio Gamboa Patrón, coordinador parlamentario del PRI en el Senado de la República, también descalificó esto en su participación en tribuna.
Lo anterior, luego de que un medio de carácter nacional publicó una supuesta conversación telefónica entre Francisco Domínguez y Carlos Mendoza, candidatos del PAN a la gubernatura de Querétaro y Baja California Sur, respectivamente.
En esta conversación aparentemente están hablando sobre un recurso de 30 millones de pesos que estarían recibiendo de un empresario para reforzar sus campañas electorales, sin embargo, hasta ahora nada ha sido comprobado.
“Específicamente en este caso lo único que revela es que el PRI ya se puso nervioso, están tratando de atacar a dos candidatos que van arriba en las encuestas, tanto Carlos Mendoza en Baja California Sur como Pancho Domínguez en Querétaro, nosotros, insisto, nos quedamos con lo que ha dicho el senador Emilio Gamboa, descalificando las grabaciones telefónicas como recurso de campaña, sino también, subrayando su carácter de ilegal“, sostuvo.
Por su parte, Francisco Domínguez aseguró que la difusión de ese audio no ha afectado en lo absoluto su imagen ante la ciudadanía, pues ha quedado muy claro que se trata de una estrategia de “guerra sucia” para tratar de desestabilizarlo, sin embargo, ha entendido que lo mejor es no “engancharse”.
Asimismo recalcó que tan no procede esa grabación telefónica, que Emilio Gamboa, siendo priísta y coordinador de los senadores de su bancada, admitió que esas acciones caen en el concepto de la ilegalidad y se convierten en una burda estrategia de campaña.