Entrevista con Sebastián Darpa, especialista en coaching organizacional

Luego de pasar algunos años trabajando en una compañía de teatro con la que viajó por varios países y la cual le permitió alcanzar determinada estabilidad económica, Sebastián Darpa se vio sumergido en una crisis interna que lo llevó a preguntarse si estaba dedicando su tiempo a lo que verdaderamente quería hacer con su vida. Su deseo por trabajar con gente de diferentes entornos lo llevó a especializarse coaching organizacional, coaching empresarial ejecutivo y programación neuro lingüística, herramientas de trabajo que, de acuerdo con él, están diseñadas para liberar el potencial de cada persona que quiera sacar lo mejor de si misma. 

A unos días del taller «Cómo alcanzar los objetivos que sueñas», que Darpa impartirá el próximo martes 6 de mayo en el hotel Casa Inn de Querétaro, el coach argentino habló en entrevista con Códice Informativo sobre la filosofía de vida que busca transmitir con su trabajo y en su día a día. 

Códice Informativo: ¿Cómo ha sido el proceso de transformación de trabajar en la industria del espectáculo a la del coaching? ¿Crees que has alcanzado la plenitud que buscabas?

Sebastián Darpa: Totalmente, te puedo asegurar que hoy en día, mirando hacia atrás, hacer ese cambio fue la mejor decisión que yo he tomado en mi vida. Porque el nivel de levantarme cada día con ganas, con entusiasmo, con energía, pero sobretodo el tener un propósito es algo que va más allá. Realmente este propósito del que yo hablo es, del alguna forma, poder impactar a las personas y las empresas para que generen cambios positivos. Creo que cada persona y cada empresa debe buscar su verdadero propósito y desde ahí comenzar a hacer el trabajo que necesitan.

CI: ¿Qué tipo de clientes tienes usualmente?

SD: Hay un amplio abanico de personas que requieren los servicios que nosotros damos (mi equipo y yo), que van desde amas de casa, o cualquier persona que tenga un conflicto interno, puede solicitar los servicios de coaching y PNL para buscar alguna salida a eso que le está sucediendo. Se hacen sesiones individuales o también hacemos talleres abiertos al público, como el que se ofrecerá aquí en Querétaro, en los que se hablan sobre creencias limitantes, sobre valores y general sobre cómo hacer para lograr los objetivos que queremos. Esa es la parte social, también tenemos una parte dedicada a las empresas que quieren mejorar la comunicación, que quieran conseguir resultados mejores, empresas que están en muy buen momento pero que aún así desean invertir en capacitación de comunicación eficaz, gestión del tiempo, consecución de objetivos… siempre aplicado a conseguir lo que las empresas puedan conseguir los resultados que quieren.

CI: ¿Nos puedes hablar sobre tu filosofía personal de vida?

SD: Hace un tiempo me pregunté a mi mismo cómo me gustaría vivir y si me preguntas si estoy establecido en algún lado, no, no lo estoy. No tengo una casa, no tengo un vehículo, no tengo bienes materiales más allá de mi computadora, mi teléfono y mi ropa, que tampoco es demasiada. Yo considero que mi misión es viajar y poder llevar este mensaje a la mayor cantidad de lugares posibles, por eso no estoy establecido en ningún sitio. Yo siempre digo soy un vagabundo first class, porque no tengo un sitio pero me gusta lo mejor. No es que no quiera el dinero, es más bien tener la libertad. También entiendo que en el siglo que nos ha tocado vivir las personas tienen que hacer un gran esfuerzo para conseguir valor, en ser individualmente valiosas, porque entendemos que hace muchos años el valor lo tenían los gobiernos, luego ese gran poder pasó a las empresas, pero en esta era el poder lo tienen los individuos. 

CI: Cuéntanos más sobre el taller que ofrecerás en Querétaro.

SD: Es un taller intensivo de cuatro horas, sinceramente es un taller muy dinámico donde damos muchas herramientas y damos mucha información que es sumamente valiosa para todas las personas que quieran generar un cambio en su vida o quieran mejorar. En realidad es un taller que cualquier persona que esté en cualquier momento puede disfrutar, trabajamos sobre las creencias, y no me refiero a las creencias religiosas, sino en las creencias limitantes (no soy capaz de, no tengo la habilidad para, no merezco tal cosa) y en las creencias potenciadoras, que son las que nos llevan a la mejora personal. El punto culminante es llegar a la acción positiva, nada supera a la acción. Este es el segundo taller que hacemos en la ciudad, el primero fue el 18 de abril, y hemos hecho también varios talleres en empresas. 

CI: ¿Podríamos decir que con estas técnicas no se trata de alcanzar un solo objetivo, sino de alcanzar objetivos constantes?

SD: Yo siempre digo que lo más importante, lo que está por encima del objetivo, es el propósito. Un escalón abajo del propósito están los objetivos, las personas necesitamos tener objetivos, tener metas, porque es una forma de tener impulso, porque si no se tiene más o menos definido lo que se quiere hacer es difícil avanzar. Entonces, lo que vemos en el taller es una serie de pasos que la persona tiene que cumplir para que el objetivo sea congruente con el propósito.

CI: ¿Crees que haya alguna situación que te podría orillar a renunciar a tu libertad como valor primordial? 

SD: Los valores no son fijos, los valores van cambiando dependiendo de las situaciones y los contextos que nos toca vivir. En este momento de mi vida mi valor más importante es la libertad, pero no significa que vaya a ser ese valor siempre. Puede ser que en algún momento me enamore de alguien y decida establecerme en algún lugar. Uno se puede autoengañar pensando que va hacia una cosa y en realidad lo que está buscando es otra.

Sebastián Darpa y su equipo ofrecen talleres especializados para compañías que buscan desarrollar el liderazgo basado en valores e inteligencia emocional, así como programas de formación de líderes que tienen como propósito proveer las herramientas que se necesitan para formar un equipo de trabajo que funcione de manera emocionalmente vinculado a la empresa. Más sobre este coach se puede conocer en su página de Facebook.

Fotografía de Ana Noriega.