Niñas de una primaria de Querétaro obligan a una compañera a comer excremento
Los hechos se dieron en San Pablo, Tolimán; la directora de la escuela considera no es “bullying” sino mala conducta.
Dos niñas de tercer año en la primaria “Benito Juárez” de la comunidad San Pablo Tolimán obligaron a dos compañeras a comer excremento mientras regresaban al recreo, al interior del salón de clases; esto ocurrió el pasado viernes 23 de mayo.
Elvia Bocanegra, madre de una de las agraviadas, explicó que su hija y su prima fueron sometidas a una serie de vejaciones, supuestamente frente al maestro de grupo, y ante la poca atención recibida por parte de las autoridades escolares, decidió poner una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos del estado de Querétaro (DDHQ), con el expediente DH/0656/2014/AD, así como ante la propia Unidad de Servicios de Educación Básica del Estado de Querétaro (USEBEQ), que ya se presentó en la escuela.
“Le dieron excremento, le dieron mocos, le dieron tierra que comer de un jardín allí en la escuela, y a partir le extirparon un granito que tenía en la cabeza con un lápiz, hasta que le saliera sangre, y lo dieron a masticar. Le dieron a comer todo eso, y pues yo digo eso si no quiero que se quede así, porque yo digo que si está el maestro, está la directora, el supervisor, todos los que están en la escuela, lo que le pase a nuestros hijos es responsabilidad de ellos dentro de la escuela”, expone la madre de familia.
Alma Olga Don Miguel Quintanar, comisionada directora de la primaria Benito Juárez, consideró que el caso no se trata de bullying, sino de una falta de conducta por parte de las agresoras, pero que ya se tomaron acciones para cambiar de grupo a las niñas afectadas y se les está apoyando para que puedan acudir a recibir atención psicológica en el DIF municipal.
“Bueno lo que nosotros hemos podido investigar hasta el momento es que no es un caso de bullying como se señala, es un caso de mala conducta de los niños, porque las niñas que con las que se supone sucedió esto siempre han sido amigas, desde primer grado, siempre han estado juntas, conviven en el recreo, incluso hasta se sientan juntas, entonces no podemos llamarle a eso un caso de bullying”, explicó la directora.
Las niñas regresaron este miércoles 4 de junio a clases, toda vez que tenían miedo de volver ya que sus agresoras las amenazaron con matar a sus familias si decían algo de lo que había sucedido.