Centenarias calaveras de azúcar y chocolate, se elaboran en Querétaro
De acuerdo a información del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), estos dulces tienen su origen en el tzompantli, un altar prehispánico.
Las calaveras de azúcar y chocolate son hechas en Querétaro, y su preparación requiere desde cinco hasta diez meses, antes de que llegue el tradicional Día de Muertos, al menos así lo afirmaron dos familias que llevan generaciones vendiendo en la feria de “Todos Santos”.
Códice Informativo platico en primera instancia con el señor José Antonio Cruz, quien compartió que con su esposa que son la cuarta generación y una de sus hijas comienza a aprender la elaboración de calaveras de azúcar para continuar con la tradición familiar.
Indico que su esposa es la que comienza a elaborar las figuras de azúcar y chocolate desde el mes de mayo, aunque desconoce la cantidad de calaveras que realiza, pues no es algo en lo que se fijen.
Además presumió que su bisabuela es una de las pioneras de la venta de calaveras de azúcar en el estado, mismas que actualmente ofertan desde cinco hasta 30 pesos, dependiendo el tamaño.
En su oportunidad, la señora Aracely Ramírez compartió que es la segunda generación en su familia que produce y vende calaveras de azúcar y chocolate amargo, considerando que su mama comenzó con esta tradición hace varios años.
Al mismo tiempo, aseguro que para la realización de calaveras y diversas figuras de azúcar se lleva prácticamente todo el año, puesto que siempre pretende innovar con diferentes figuras para cuando llega el Día de Muertos.
De acuerdo a información del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), estos dulces tienen su origen en el tzompantli, un altar prehispánico en donde había una hielera de cráneos de quienes habían sido sacrificados en honor a los dioses y en los que se insertaba la imagen del señor del inframumdo y de los muertos.
Este dulce se realiza con una pasta a base de azúcar pura de caña, denominada alfeñique, y un poco de limón; se vierte luego en un molde para darle la forma de un cráneo, y posteriormente se adorna artesanalmente con azúcar glass de colores, para simular una sonrisa y cabello, entre otros adornos.