×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




Hemos perdido el tiempo en la lucha por la paz: Rigoberta Menchú

Por Staff Códice Informativo - 28/10/2013

En entrevista, la premio nobel de La Paz, hace un balance de lo conseguido en su lucha por los derechos humanos, indígenas y los grupos vulnerables. Resalta la necesidad de que se reglamente la equidad de genero en las candidaturas en América.

 Hemos perdido el tiempo en la lucha por la paz: Rigoberta Menchú

Me siento plena, me he convertido en una cabildera de causas sociales“, afirma Rigoberta Menchú, al hacer un balance de los 21 años de actividad social y política, después de que recibió el premio Nobel de La Paz.

En entrevista con este reportero en la ciudad de Querétaro para Noticieros Televisa, en el marco de la Cumbre Un millón de jóvenes por México, Menchú reconoce que existe todavía un gran pendiente en la lucha por conseguir la paz, aquella que la llevó el 10 de diciembre de 1992 a recibir una de las más altas condecoraciones a nivel mundial.

“Realmente me siento plena, soy una mujer exitosa. Casi todos los programas, las iniciativas que hemos impulsado, afortunadamente ha tenido un impacto social muy fuerte. Uno es el impacto en las mujeres, los pueblos indígenas, hemos colaborado, no sólo en la educación ciudadana, sino también en la academia. Hay toda una vida que dejamos en estos 21 años y hay otra vida por iniciar. Yo creo que cada 20 años debemos de hacer un paro, y ver qué es lo que viene en el futuro“, afirma Menchú, quien asegura que sigue viendo la vida con humildad, pues sabe que muchos cambios son por la gente que se moviliza y que pone sus recursos para apoyar a distintas causas.

En poco más de dos décadas, Menchú ha recibido doctorados honoris causa de unas 30 universidades y reconocimientos de distintos gobiernos, como la Legión de Honor de Francia, y el premio príncipe de Asturias.

Su papel de embajadora de las causas indígenas y de los derechos de las mujeres le ha valido también una incursión en la actividad política de su país, incluso como fundadora de un partido político maya. En dos ocasiones, ha sido candidata a la presidencia, en 2007 y 2011, aunque en ninguna de ellas lo ha conseguido. Y por ello, admite en esta charla exclusiva, que en su caso no se aplicará esa frase de que la tercera es la vencida.

Confía, sin embargo, que para el 2019 llegue un maya a la presidencia de Guatemala.

– Usted ya fue dos veces candidata a la presidencia en Guatemala, actualmente en México se discute la posibilidad de que por ley se otorgue 50 por ciento de las candidaturas a las mujeres y el resto a hombres, ¿cree que sea necesario que por ley se logre la equidad en este renglón?

– Rigoberta Menchú: Desafortunadamente, así como está la situación de los partidos políticos, en América sí es necesario, porque si se hace sólo por voluntad, ya se habría hecho y además las mujeres que se ponen de candidatas, tienen muchas dificultades: el estereotipo de la sociedad, los prejuicios, la estigmatización, la falta de recursos, etcétera. Yo pienso que sería bueno, porque no sólo se refiere a candidatas presidenciales, sino también a la presidencia municipal, al senado, y debería ser una regla general, por que haríamos un mundo más complementario.

La violencia desatada durante la guerra civil en Guatemala le arrebató a parte de su familia. Ella, incluso, ha señalado que le hubiera encantado ver a sus padres y su hermano, acompañándole al recibir el premio nobel.

Para tener premio nobel no era necesario que mis padres estuvieran muertos“, ha señalado Menchú al hacer una restrospectiva de ese galardón, en otras ocasiones.

Por ello, a 21 años de distancia, la pregunta era cuál ha sido el balance en esta búsqueda de La Paz.

RM: Yo veo que en muchos momentos hemos perdido tiempo, porque hace 21 años hablábamos de la paz. Si todos hubiéramos podido hacer un modelo de educación para la paz, probablemente algunos problemas hubiéramos evitado. También hace 21 años se hablaba de la carrera armamentista, de la prohibición de armas. Hoy hay muchas armas en manos mafiosas, entonces hay algunas cosas que no hicimos, lo pospusimos, pero yo soy una mujer más progresista y por lo tanto no soy pesimista.

Creo que es muy importante ver qué no hicimos, qué perdimos en estos años, para poder proyectar los próximos 20. Yo no dudo que la academia mexicana puede hacer muchas cosas, una de ellas, quizás es un modelo de educación en contexto multicultural, quizá levantar dónde está la información de los programas exitosos en México, de desarrollo integral, de defensa de la madre naturaleza, de convivencia pacífica. Yo creo que podemos hacer mucho. México sigue siendo una cuna para propuestas. 

Sin una gran nación y un gran pueblo como México, yo creo que sería muy difícil llegar a otras latitudes.


Otras notas



De nuestra red editorial