La cosmovisión mexicana de Rufino Tamayo
Hoy se celebra el aniversario 114 del nacimiento de uno de los grandes pintores mexicanos del siglo XX. Junto con David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, Tamayo fue parte del conjunto de artistas conocido como «el grupo de los tres».
Rufino del Carmen Arellanes Tamayo nació el Tlaxiaco, Oaxaca, el 26 de agosto de 1899. En su juventud, y tras la muerte de sus padres, se trasladó a la Ciudad de México para vivir con sus familiares donde trabajaría como vendedor de fruta. En 1917 comenzó sus estudios de pintura en la Academia de San Carlos con poco éxito, pues los profesores lo consideraban un estudiante mediocre, sin embargo la perseverancia y el amor al arte lo llevarían a realizar su primera exposición en solitario en la ciudad de Nueva York en 1926.
A diferencia de sus contemporáneos, Tamayo no abordó temas políticos en su obra a pesar de tener convicción socialista. A través de la pintura, el artista dejó ver su conceptualización de México así como su herencia zapoteca con temáticas como el erotismo, la naturaleza, el cosmos, la ciencia y la tecnología. Su acervo artístico se ha consolidado como uno de los legados más importantes de la pintura mexicana del siglo XX. Tamayo falleció en la Ciudad de México a mediados de 1991.
Cecilia Giménez recibirá beneficios económicos por las ganancias generadas a partir de su restauración del Ecce Homo.