De escapada: Real de Catorce.
A 430 kilómetros de la ciudad de Querétaro, Real de Catorce es un destino ideal para vivir una experiencia aventurera en un lugar aislado.
A finales del siglo XVIII, Real de Minas de Nuestra Señora de la Limpia Concepción de Guadalupe de los Álamos de Catorce, en San Luis Potosí, era uno de los centros mineros más importantes de la Nueva España; en 1778 se descubrieron las vetas más ricas de plata, y para 1803 ocupaba ya el segundo lugar a nivel mundial en producción de este mineral. La guerra de Independencia y los cien años que transcurrieron entre este conflicto y el levantamiento revolucionario significaron un periodo de decadencia para el pueblo de Real de Catorce, caracterizada por una disminución en la producción y un éxodo masivo de sus habitantes. Hoy la producción minera es mínima y el pueblo está semi abandonado; para muchos es un pueblo fantasma.
El misterio y la nostalgia de lo que alguna vez fue bonanza económica para una localidad que actualmente apenas supera los 1,300 habitantes, han sido los principales incentivos para los turistas que han encontrado en Real de Catorce un lugar de escapada y aventura. Las calles desoladas y las edificaciones coloniales, muchas de las cuales se encuentran a punto del derrumbe, son un escenario mágico que los adeptos a la fotografía que visitan este pueblo han sabido aprovechar. En 2001, Real de Catorce fue declarado Pueblo Mágico por la Secretaría de Turismo Federal.
Los principales atractivos de Real (como se le conoce localmente) son el túnel de Ogarrio, inaugurado a inicios del siglo pasado y que es la puerta de acceso al pueblo, la Antigua Casa de la Moneda, los vestigios del pueblo minero, y el Templo de la Purísima Concepción. Este pueblo se ha convertido en uno de los destinos predilectos del turismo hippie internacional, y ha sido locación de varias películas incluyendo «The Mexican», protagonizada por Brad Pitt y Julia Roberts.
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