Vivir sin paredes, una realidad en Querétaro
No pagar la renta lo ha llevado a vivir en una calle de la colonia Burócratas, al su de la capital queretana
Una situación especial se vive al sur de la ciudad de Querétaro. En medio de un estado en desarrollo, de una zona metropolitana planeada y de la declaración de bandera blanca en varios municipios con servicios básicos, hay quienes aún viven en la calle.
Es el caso de Arnoldo, quien es licenciado en derecho pero sin trabajo, y que desde hace ocho años se dedica a obtener algunas monedas, producto de las dádivas ciudadanas en los puentes y cruceros de la capital. Con pancartas en mano que enuncian mensajes a favor de la familia y la seguridad vial, Arnoldo no ha obtenido lo suficiente desde el pasado mes de octubre, y al deber cinco meses de renta tuvo que instalar su hogar en la vía pública.
Una cancha de basquetbol en la colonia Burócratas es el escenario de esta historia. Levantarse muy temprano; recoger sus cosas; quitar unas lonas de campaña política que le sirven para refugiarse del frío; esperar que algún vecino de la colonia le lleve una tasa de café o algo para comer, y poner todo en orden para esperar en su escritorio a ciudadanos interesados en conocerlo.
Esta es la vida de Arnoldo desde hace siete días. Sin un hogar a donde ir, sin tener empleo ni saber qué comerá, la miseria combinada con incertidumbre. Cuando bien le va, alcanza a sacar algunas monedas en los cruceros sólo para regresar y verificar en su casa al aire libre que sus cosas sigan ahí.
Apenas llevaba dos días y los amantes de lo ajeno ya habían hecho su presencia; una licuadora y algunos cuadros fueron el botín. Arnoldo ha pensado en ir vendiendo sus cosas para poder rentar otra casa o un cuarto donde quedarse.
Él busca a alquien que respona como aval para pagar el depósito de una renta, pues confía en que con lo que saque al mes en las calles le alcance para pagar cada mes. Su familia es algo que desconoce desde hace tiempo, pues en el año 2000 se divorció y dejó de ver a sus hijos. Sin hermanos o padres que lo apoyen, sus días transcurren a la intemperie en la capital queretana.