Una noche fresca para campañas calientes

La tranquilidad que caracteriza a un domingo en la madrugada donde por lo regular Querétaro duerme se vio interrumpida por el arranque de las campañas principalmente por el número de seguidores, de Roberto Loyola y Armando Rivera.

Hacía fresco, pero el ambiente se sentía diferente. Era cálido. En el nuevo bunker de Roberto Loyola se preparaban pancartas, grandes lonas enrolladas que serían desplegadas en punto de las 12 de la media noche. Cientos de jóvenes pertenecientes a la fuerza de Peña Nieto, se aglomeraban en el nuevo inmueble ubicado sobre la avenida Constituyentes.

Ahí estaba un nuevo Roberto, lejos del formalismo que obliga una Secretaría de Gobierno. Un Roberto Loyola alegre, dicharachero con los chavos de la militancia, los candidatos a otros puestos de elección popular y con la gente del Partido Verde, quienes en todo momento le mostraron su respaldo.

Las porras cambiaban de tema cada cinco minutos: ¡Roberto, Presidente! ¡El que no brinque es panista! En fin, porras dirigidas desde el templete por un joven animador quien alentaba en todo momento a los asistentes quienes seguían sus instrucciones al pie de la letra respondiendo con cánticos, solamente interrumpidos por la llegada de los hotdogs y los vitroleros llenos de agua de jamaica.

Marcaban dos minutos antes de las doce, dos minutos para la gran aventura electoral, dos minutos para iniciar un largo recorrido de 45 días por las calles y barrios de Querétaro.

“A partir de ahora, saldremos a recorrer cada calle, cada barrio y cada rincón del municipio de Querétaro, con una nueva actitud. Yo ya decidí gobernar con una nueva actitud. Ustedes saben que yo soy un político que debe de hablar menos y escuchar más”, abordaba de esta manera, las primeras líneas de su mensaje.

Mientras tanto, afuera de las instalaciones del Comité Estatal del Partido Acción Nacional, tan solo un kilómetro más adelante, Armando Rivera Castillejos, se hacía acompañar también de decenas de simpatizantes quienes ondeando grandes banderas, no cesaban con los gritos de apoyo a su candidato quien era arropado por la militancia.

Armando Rivera también platicaba con los medios de comunicación sobre la intención de recorrer todo el municipio sin excepción.

“Vamos a tocar las puertas de los queretanos, a llevarles las propuestas de campaña y a decirles los cómos, los temas torales que les interesa a los ciudadanos y decirles que es lo que vamos a hacer ahora que el voto nos favorezca”, aseveró.

Por momentos, el ambiente se tornó tenso al paso de la caravana de apoyo a Roberto Loyola por Constituyentes, mientras que el sonido local insistía en llevar una campaña de apoyo pero con respeto y no cayendo en provocaciones.

Así terminaba la ferviente actividad proselitista que interrumpía la tranquilidad de una ciudad que se tendrá que acostumbrar a los grandes mítines, a las concentraciones masivas, y ojalá no a las descalificaciones ni a la guerra sucia.