Sacerdote sin permiso oficia misas, alerta Diócesis
Es el segundo caso en tres años, reconoce el vocero de la Diócesis de Querétaro, Saúl Ragoitia Vega
El vocero de la Diócesis de Querétaro, Saúl Ragoitia Vega, alertó a la ciudadanía sobre la presencia de un sacerdote que oficia misas en la capital queretana, sin contar con los permisos de la Iglesia católica para ello.
Se trata del presbítero Jesús Abel González Terán, de la Orden de la Merced; quien ofrece misas en una parroquia de la Colonia Carrillo Puerto.
“Ante algunas personas y párrocos se dio a conocer que el padre Abel seguía celebrando misas, entonces se anunció, lo que ya se venía diciendo anteriormente, no es de que se hable de un padre pirata, simplemente es un sacerdote que no tiene permiso para celebrar la santa misa”, indicó Ragoitia en conferencia de prensa desde el Centro Diocesano de Formación.
Cabe señalar que desde el 23 de enero de 2008, la Diócesis publicó un comunicado en el que alertaba sobre estas irregularidades.
“No tiene autorización ni de sus superiores, ni del Obispo Diocesano para ejercer su ministerio en esta Ciudad Episcopal ni en cualquier parroquia o comunidad de la Diócesis.Los actos litúrgicos que llegara a celebrar son gravemente ilícitos. Pedimos a los fieles católicos que se abstengan de solicitar sus servicios para evitar la complicidad y el engaño”, indica un comunicado firmado por Monseñor Salvador Espinosa Medina, Vicario General.
El vocero de la Diócesis reconoció que este es el segundo caso de un cura que oficia misas sin permiso para hacerlo.
“Les pedimos a todos los fieles a que tengan cuidado, y quienes soliciten sus servicios y que sepan que no tiene permiso, ya sucedió otro caso, pero no recuerdo el nombre del sacerdote, hace como tres años”, manifestó.
De acuerdo con una investigación de Códice Informativo, el caso al que hizo referencia Ragoitia es el del presbítero Jorge Díaz Pérez, ex Operario Diocesano e incardinado a la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
Este sacerdote fue suspendido en 2008 también de sus licencias ministeriales por su Arzobispo; por lo que la Diócesis queretana también pidió a los católicos “que se abstengan de invitarlo o de aceptar sus servicios litúrgicos o de enseñanza, pues, a la ilicitud de sus actos, se añadiría la desobediencia grave a la legítima autoridad de la Iglesia”.
Según Ragoitia, una de las causas por la que un presbítero no puede ejercer sus funciones es porque recibe alguna acusación penal.