Loyola: de Secretario a aspirante al Ayuntamiento capitalino

Hace poco más de un año fue noticia por que llegó al cargo de secretario de Gobierno. Su nombre es Roberto Loyola Vera, hoy es noticia por que deja ese cargo para buscar la candidatura del PRI a la presidencia municipal de Querétaro.

Hoy más que nunca era importante vestir con la corbata colorada, el color que se agotó en las tiendas de ropa, con la llegada de la administración priísta.

Hoy brinca hacia otro campo, el de la contienda electoral; pero con la corbata colorada, como aspirante del Revolucionario Institucional.

Ya no será el mediador y negociador político que cuide las normatividades, ni se refiera al trabajo institucional, como lo hizo en múltiples ocasiones en sus declaraciones a la prensa.

Ahora, a esa misma prensa, la ve y le habla diferente, lo mismo que ella a él. Roberto Loyola, el hermano del que fuera antecesor de su hasta hoy jefe, José Calzada, ya no dio discurso en el salón de Cabildos.

Sonriente, pero discreto, escuchó el reconocimiento que le hizo el gobernador a su trabajo.

Hoy, Roberto Loyola, el notario que suma un párrafo más a su currículum en el sector público, se da tiempo incluso para mandar un mensaje en su cuenta de Twitter, durante el acto oficial en el que cede la silla de la secretaría de Gobierno a Jorge López Portillo Tostado.

“Gracias al Gobernador @ppcalzada por la oportunidad que me dio de contribuir en su proyecto y visión para hacer de este, un Querétaro líder”.

Y no es el único twett del día, se da tiempo para escribir dos más, en los que habla del nuevo capítulo que se escribe “para seguir contribuyendo con ustedes, a este Querétaro del que todos nos sentimos orgullosos”.

Antes de este jueves, el más reciente de sus mensajes en la red social era uno del 10 de marzo, hace 5 días, cuando se refería a los gallos: “Con los Gallos en las buenas y en las malas. Venga Gallos!!”

Loyola y Gallos, dos palabras que dieron mucho de que hablar en los corrillos políticos y las columnas periodísticas en los últimos meses.

Hoy, al terminar los discursos, se aleja de los reflectores y grabadoras de los reporteros que tanto lo siguieron durante este año en cientos de eventos. La atención ahora la tiene López Portillo, a quien la prensa le pregunta, como si fuera interrogatorio, sobre la seguridad, el transporte, la iglesia, las elecciones y hasta los ambulantes.

Roberto, por unas horas, no tiene que preocuparse de cuidar su respuesta. Más tarde, lo hace, una vez que da una conferencia de prensa, ya sin el saco de secretario de Gobierno.