Salud: una copa de tinto al día.

Un centro de investigación estadounidense realizó una prueba en la que durante 20 días se le solicitó a tres grupos de individuos que incluyeran, a un grupo una copa de vino tinto, a otro una de vino sin alcohol y al último la misma cantidad de alcohol pero en ginebra, una vez al día en una sus comidas, posteriormente se realizaron una serie de pruebas que demostraron que tanto el vino, como el vino sin alcohol, mejoraron la flora intestinal de los individuos, debido al aumento en el número de bacterias que se encuentran en intestino relacionadas a la protección contra determinadas enfermedades. De acuerdo con los especialistas, esta mejora se debe a los polifenoles contenidos en el tinto y que también puede ser encontrado en otros alimentos como el chocolate, las frutas y el café.

En estudios anteriores ya se había demostrado que el vino tiene otros efectos positivos en la salud; reduce el colesterol, los niveles de triglicéridos y de grasas malas en la sangre, así como la inflamación y la presión arterial alta, también tiene propiedades antioxidantes que contribuyen a una mejor conservación de la piel y evita la formación de coágulos en la sangre.

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