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¿Se va a hacer o no se va a hacer…la carnita asada?

Por Staff Códice Informativo - 08/06/2020

Verdad es que la contingencia por la COVID-19 está colmando ya la paciencia de todos los habitantes de México. Ni todas las series de Netflix […]

 ¿Se va a hacer o no se va a hacer…la carnita asada?

Foto: Especial

Verdad es que la contingencia por la COVID-19 está colmando ya la paciencia de todos los habitantes de México. Ni todas las series de Netflix bastan para mantener nuestra ansiedad a raya. Extrañamos las cantinas, las fiestas y las reuniones multitudinarias donde podemos convivir hasta el amanecer. Y nadie es inmune a eso, incluyendo a la clase política.

Recientemente, por ejemplo, se viralizó una imagen del gobernador Francisco Domínguez Servién en la que se le ve rodeado de otras personas junto a un asador. De acuerdo con el semanario Tribuna de Querétaro, editado por la Facultad de Ciencias Políticas de la UAQ, la escena es del pasado fin de semana, cuando el gobernador se habría reunido con algunas amistades para celebrar una “carnita asada“.

Aunque el gobernador de Querétaro reconoció que hubo una convivencia en su rancho el sábado pasado, descartó que se tratara de una “reunión multitudinaria” que supusiera un riesgo para la salud. No obstante, el linchamiento mediático no se hizo esperar y durante dos días la imagen ha circulado para regocijo de actores políticos de la oposición.

No es la primera vez que un servidor público enfrenta una situación así. Hace dos semanas, el alcalde de Pinal de Amoles, el priista Isidro Garay Pacheco, pasó por un mal momento luego de que se comprobara que había estado en una fiesta a la que acudieron por lo menos cien personas.

Otro caso similar fue el desatado por el senador neoleonés Samuel García, quien se casó en plena contingencia, lo que también desató críticas por parte de usuarios en redes sociales.

Incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado de qué hablar en ese sentido luego de que, mientras repuntan los casos de COVID-19 en todo el país, decidiera irse de gira por el sureste mexicano para supervisar el arranque de las obras del Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, dos proyectos muy polémicos sobre los que la pandemia ha desatado un halo de dudas.

De la manera que sea, parece que ni los políticos aguantan ya el encierro que ellos mismos decretaron como medida para evitar la propagación del que, hasta ahora, es el virus más enigmático con el que haya topado la humanidad.

 

 


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