Paola Pliego y la corrupción en el deporte, ¿una batalla perdida?

En 2016, la esgrimista queretana Paola Pliego fue acusada de consumir sustancias ilícitas durante una competición previa a las Olimpiadas de Río de Janeiro. Esta desventura, que posteriormente se revelaría como injusta, le impidió participar en la mayor justa deportiva y supuso un duro revés para su carrera, lo que la llevó realizar un compromiso sólido contra la corrupción en las instancias deportivas.

Tres años después, la deportista volvió a protagonizar los encabezados al señalar ante medios de comunicación que adoptaría la nacionalidad uzbeka y que, en lo sucesivo, representaría a aquel país centroasiático. Lo intrigante, o descorazonador, de este hecho, es que solo unos años antes, Pliego había señalado que su sueño era ganar una medalla para México, ¿qué la hizo cambiar de parecer?

La respuesta la reveló hoy por la tarde. Lo que la hizo cambiar de opinión fue el mismo monstruo al que prometió combatir tres años atrás: el monstruo de la corrupción en el deporte. En una declaración retomada por Publimetro, Pliego acusó a Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM) de violar sistemáticamente la ley.

¿Es esta la gran derrota de Paola Pliego? No es posible precisarlo, pero lo que sí es un hecho es que hay pocas posibilidades de volverla a ver compitiendo por su país natal.